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Hay refranes que no tienen desperdicio, es una sabiduría natural regida por el sentido común que va transmitiéndose entre generaciones, si bien hoy en día las nuevas generaciones van perdiendo esa trayectoria de comunicación por el uso de modas y modismos, que nada se acercan al refranero popular.Dicen que la vida te va
enseñando y no hacen falta malas experiencias ni resentimientos, solo que vamos
aprendiendo que quien espera, se decepciona.
Las palabras hirientes, los
juicios, las opiniones infundadas, críticas malintencionadas, y cada una de
ellas son palabras necias que necesitan de oídos inteligentes que no les den
crédito ni les ofrezcan atención.
En relación a palabras
necias oídos sordos resuena el hecho de que no ofende el que quiere sino el que puede y en
nuestros oídos inteligentes está la clave de que alguien maneje nuestra
realidad o se pierda en insinuaciones que solamente desprestigian su imagen.
Ante esta situación los
oídos inteligentes ante las personas críticas debe despertar un sentimiento de
autodefensa centrado en que para vivir
no necesitamos la opinión de nadie.
Las emociones y los
sentimientos son siempre válidos y no debemos avergonzarnos de ella y hay que
acostumbrarse ay perder el miedo a sentir y a pensar sobre uno mismo,
manteniendo la filosofía de que todo el mundo debe ser respetado, incluso
cuando no sea alguien que respete a los demás.
Hay que recordar que las
críticas sin fundamento las realizan personas con gran pobreza emocional y
vital y sólo se trata de predicar con el
buen ejemplo nos ayuda a garantizar nuestro bienestar emocional, pues lo que
está claro es que la gente en paz consigo misma no hablan mal de los demás.
El lenguaje basado en la
teoría de la comunicación de Ferdinand de Saussure cuyas ideas sirvieron para
el inicio y posterior desarrollo del estudio de la lingüística moderna en el
siglo XX., analiza en un concepto o
significado y su imagen acústica o significante, y determina que los
significados y significantes que constituyen signos configuran el lenguaje, por
lo que tenemos que acostúmbranos a tener
un escudo protector y hacernos con oídos
inteligentes aprendiendo a identificar aquellas frases que en apariencia son
inocentes pero que encierran tras de sí malas intenciones, con gran gardo de
toxicidad.
Debemos dedicar tiempo a
mejorarnos y a construirnos unos oídos inteligentes, pues eso nos servirá para
mantener una actitud saludable ante la vida y cimentar nuestras relaciones en
una buena comunicación y un mejor entendimiento, pues lo que está claro es que no existimos para impresionar al
mundo, sino para ser felices y realizarnos.
Ferrán Aparicio
10 de Noviembre de 2023