Nunca se está preparado para decir adiós a un ser querido, ya sea una persona o un animal. Cada ser humano tiene una forma diferente de recibir las pérdidas, que pueden ser más difíciles de asimilar en ciertos contextos.
Por ello, es importante
disfrutar cada momento en compañía de las personas queridas, incluso de las mascotas.
Estar con ellos en sus
últimos momentos, devolviendo parte del amor recibido permitirá afrontar con
mayor paz su partida y Echar la
cabeza hacia atrás y recordar los buenos momentos compartidos pueden
ser la vitamina ideal para superar un momento tan complicado.
El último momento se
relaciona con la agonía y se refiere a un conjunto de cambios psicofísicos que
suceden antes de la muerte previsible.
Este momento de la
enfermedad no tiene relación directa con el sufrimiento, ya que se puede pasar
por ella sin padecer, por ejemplo, dolor.
Siempre hay síntomas que
están presentes, como la falta de interés, la dificultad para alimentarse,
algunos trastornos de tipo psiquiátrico como el delirio, etc.
El proceso agónico no tiene
un tiempo límite pero dependiendo de la causa pueden ser cortos o largos.
Algunos autores la
consideran como la última fase de la vida, otros como la primera fase de la
muerte. La definiremos como el "Pródromos
de la Muerte", es decir, el paso intermedio entre la vida y la
muerte.
Este término simboliza el
sufrimiento insoportable, y es usado para describir un dolor extremo,
ya sea interno o externo. Una persona agoniza cuando está gravemente herida o
enferma, cuando sufre mutilaciones o torturas, o cuando experimenta un
grave trauma en su cuerpo o su mente.
Si bien la agonía puede o no ser duradera, y
eventualmente producirse una recuperación o mejora de la salud, por lo
general se la asocia a un estado irreversible, que culminará.
Afrontar la situación de
agonía previa a la muerte requiere que los profesionales realicen el
diagnóstico adecuado de los síntomas y necesidades que hay que tratar en el
paciente, así como informar al entorno familiar de los cuidados esenciales para
el paciente.
El
objetivo es mantener la dignidad de la persona en sus últimos días de vida, y
conseguir el máximo grado de confort posible en todos los aspectos. Y
ofrecer apoyo integral al paciente y la familia, informándoles y colaborando en
la planificación de los cuidados necesarios para estos momentos, e incluso para
los momentos posteriores a la muerte de su ser querido.
Ferrán
Aparicio
25 de Agosto de 2024