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martes, 30 de septiembre de 2025

PROXEMICA Y KINERSIA

La comunicación verbal es la que se establece a partir de signos y símbolos lingüísticos transmitidos mediante la palabra hablada y por su parte, la comunicación no verbal es aquella que se establece mediante signos no verbales que generalmente transmiten información sobre el carácter, la personalidad o el estado de ánimo y nos animan a acercarnos mas o menos con las personas.

 Ambos tipos de signos, los paralingüísticos y los kinestésicos, constituyen elementos de la la comunicación no verbal básica, pero, también hay otro tipo de comunicación no verbal que es más compleja porque involucra los elementos culturales y sociales que definen de qué manera utilizamos el cuerpo y el espacio, e incluso el tiempo para transmitir información en diferentes contextos y situaciones.

Pero lo que está claro  es que la diferencia entre la proxémica y la kinésica es que la primera se refiere a la comunicación no verbal establecida mediante las distancias físicas que ponemos al relacionarnos; y la kinésica es la comunicación no verbal que se establece por medio de los movimientos corporales como los gestos y también mediante la propiocepción.

Las distancias físicas que establecemos nosotros mismos en función de nuestra empatía y relación  y  están determinadas por normas .

Las normas proxémicas, además, son las que reafirman a un conjunto de seres humanos como un “grupo” y no como otro, es decir, delimitan las características que tienen en común algunas personas, reforzando la identidad intergrupal, y en ocasiones dificultando la identidad intergrupal.

La kinesia, es un fascinante campo de estudio, explora cómo nuestros gestos, posturas y expresiones faciales actúan como un lenguaje en sí mismo, revelando emociones y pensamientos sin necesidad de palabras. Esta disciplina, arraigada en la psicología y la comunicación, se sumerge en el rico universo del comportamiento no verbal, destacando su papel indispensable en las interacciones humanas. Más allá de ser simples reacciones instintivas, estos movimientos y gestos son un reflejo de nuestro estado emocional y mental, y juegan un rol clave en la forma en que nos percibimos y conectamos con los demás.

La kinesia abarca desde las sonrisas y miradas hasta la postura y el tono de voz, todos elementos cruciales en el tejido de nuestra comunicación diaria. Estos componentes no verbales pueden reforzar, contradecir o incluso reemplazar nuestras palabras, haciendo de la kinesia una herramienta poderosa para entender mejor nuestras relaciones personales y profesionales. Además, el estudio de la kinesia nos ayuda a ser más conscientes de cómo nos expresamos y cómo somos percibidos por otros, lo que es esencial para una comunicación efectiva y empática, independiente mente de la distancia que toemos consciente o inconscientemente.

 

                                                                  Ferrán Aparicio

                                                           30 de septiembre de 2025

 

 

jueves, 25 de septiembre de 2025

COMUNICACIÓN PROXÉMICA

 

La comunicación proxémica es un tipo de lenguaje no verbal que estudia cómo usamos el espacio personal para interactuar con los demás. 

 La proxémica es el estudio de las relaciones y la comunicación que establecemos los seres humanos a través del espacio y a través de las distancias que ponemos entre nosotros mismos y hacia las cosas que nos rodean.

 

La proxémica es una teoría que surge en la década de los 60 y fue desarrollada por el antropólogo estadounidense Edward T. Hall, quien estudió cómo es que percibimos el espacio en diferentes culturas y cómo lo utilizamos para establecer distintas relaciones.

En otras palabras, la proxémica es el estudio de la proximidad, y de cómo la proximidad nos permite comunicarnos entre nosotros e incluso construir relaciones y una cosmovisión particular.

También conocida como proxemia, se considera una parte de la semiótica (que es el estudio de los signos que empleamos para comunicarnos), porque pone atención a la manera en que las distancias físicas que se establecen en distintas culturas hacen que nos comuniquemos de distintas formas y de manera no necesariamente verbal.

Es decir, que la proxémica incluye no sólo las competencias comunicativas individuales sino la forma en la que las normas sociales y culturales sobre el espacio limitan o condicionan estas competencias. Por eso se considera como una de las ramas más complejas de los sistemas de la comunicación de humana.

La comunicación humana es un sistema muy complejo y en términos básicos consiste en comprender y utilizar un conjunto de signos y símbolos para transmitir cierta información .Es decir que, el proceso y la capacidad de comunicarnos no se reduce a las habilidades lingüísticas, sino que implica un conjunto de acciones mucho más complejas en las que siempre participa nuestro cuerpo.

La proxémica tiene funciones prácticas que influyen en nuestra adaptación a distintos contextos sociales, por ello puede ser útil en la vida cotidiana de las siguientes formas.

El espacio personal actúa como una zona de protección emocional y mantener cierta distancia permite a las personas sentirse seguras y respetadas, en especial en situaciones sociales nuevas o incómodas. Su invasión no deseada puede generar reacciones defensivas, malestar físico e incluso estrés, activando respuestas biológicas asociadas a la percepción de amenaza. El espacio que permitimos entre nosotros y los demás revela el nivel de confianza o cercanía emocional y esta claro  que esta elección no siempre es consciente, pero dice mucho sobre cómo interpretamos y sentimos al otro.

Comprender cómo usamos el espacio en nuestras interacciones marca una diferencia en la calidad de los vínculos, pues la distancia que mantenemos, es la forma en que orientamos el cuerpo o respetar el espacio del otro, y son expresiones que influyen en cómo nos perciben y cómo nos conectamos.

                                                                      Ferran Aparicio

                                                               25 de Septiembre de 2025

 

sábado, 20 de septiembre de 2025

SENTIMIENTO DE SOLEDAD


El ser humano es un ser social por naturaleza es por eso, que a veces, nos pueden sorprender quienes prefieren pasar su tiempo libre sin cruzar palabra con los demás o alejados del resto.

 Ciertamente, estar solo puede tener una gran carga negativa en nuestra mente, pues no debemos y distinguir de que no es lo mismo “sentirnos solos” que “estar solos. Porque versus en contrario, existen aquellos que disfrutan, y mucho, de sus momentos de soledad; pudiendo incluso priorizarlos frente a alternativas sociales.

 Para muchas personas, la soledad es un placer pues Disfrutan de su propia compañía y suele pasar que tienen  la autoestima más alta, son seguras y reflexivas.

Las personas que eligen estar solas sin un motivo de rechazo o conflicto con los demás sabe practicar el amor propio.

Pero la soledad, y su vivencia en equilibrio y aceptación, es un requisito necesario para relacionarnos con otro ser humano en libertad, para forjar una relación fuerte y saludable, con nosotros mismos y con nuestro entorno.

Es de gran importancia diferenciar dos tipos de personas solitarias; aquellos que están solos contra su voluntad, que  suelen ser personas que quieren ser amadas e incluidas, pero que en su lugar fueron rechazados y en mayor o menor medida, suelen hacer planes para evitar los momentos vacíos y por otra parte los verdaderos solitarios, es decir, aquellos que abrazan y disfrutan plenamente su tiempo a solas. 

Para el primer tipo, la soledad será una carga.Por el contrario, para los verdaderos solitarios, la soledad es un tesoro emocional y quienes no viven la soledad desde la perspectiva del vacío o de la ausencia, sino de la plenitud, son personas que sienten la creatividad, la ilusión, la libertad y la confianza de estar consigo mismas.

Entendemos que la soledad es parte troncal del proceso de madurez, pues La conquista de la soledad es el resultado del amor incondicional hacia uno mismo. 

 

Las personas que prefieren estar solas pueden estar pasando por un momento de cambio y búsqueda interna; desarrollando nuevos hábitos e intentando hacer cambios profundos en sus vidas lejos de la influencia de otros, y en el fondo sólo se trata de  distanciarse para ganar en perspectiva.

Las personas que prefieren estar solas suelen ser hábiles estableciendo prioridades porque cuentan con más espacio para los deseos y menos para las necesidades, de la misma forma que no lo tienen a la hora de poner sus recursos a disposición de los demás si se lo pueden permitir.

Las personas solitarias, son personas que confían en sus capacidades, lo que les lleva a depender menos y ser menos sensibles a las valoraciones de otros. Además, suelen ser más exigentes con las personas de sus círculos sociales.

Quien sabe estar solo es más empático y flexible, tiene una mente abierta y es capaz de tener en cuenta otros puntos de vista.

 

                                                                            Ferrán Aparicio

                                                                    20 de septiembre de 2025

lunes, 15 de septiembre de 2025

MA

 

“Ma” por definición  es  el arte japonés de habitar los silencios y los espacios, aunque en la vida cotidiana solemos asociar el vacío con carencia.

Un silencio incómodo en una conversación, una pausa prolongada en medio de una canción, un espacio en blanco en un diseño, sin embargo el MA  puede traducirse como espacio, pausa o intervalo. Lo interesante es que “Ma” no se entiende como nada o la nada, sino como un vacío lleno de sentido, un respiro que da forma y valor a lo que lo rodea.

El carácter japonés de “Ma” combina la idea de puerta, con la de sol  y juntos evocan una imagen poética: la luz atravesando una rendija en la puerta.

Ese instante, ese espacio intermedio, es “Ma”: una fracción de tiempo o lugar que no está lleno, pero tampoco está vacío.

El concepto resulta algo abstracto pero si se imaginan dos planos en los que queda una pequeña hendidura o  rendija , ese espacio es el que define el concepto japonés de “ Ma”.

Ma es el silencio en contra del sonido, ese espacio crea ritmo, tensión y emoción que invita en espacios próximos a la calma y a la contemplación

El espacio intermedio como pausal no son vistas como incómodas, sino como oportunidades para pensar y dar profundidad a las palabras, pues el tiempo detenido y los gestos pausados transmiten tanto como la acción.

Mientras que en Occidente tendemos a llenar los vacíos, Japón nos recuerda que en el espacio libre también reside la belleza. Ma es el reconocimiento de que el silencio, la pausa o el intervalo no interrumpen la vida, sino que la enriquecen.

En las interpretaciones modernas de las artes y la cultura tradicionales japonesas, ma es una interpretación artística de un espacio vacío, que a menudo tiene tanta importancia como el resto de la obra y centra al espectador en la intención del espacio negativo en la obra.

El concepto de espacio como una entidad positiva se opone a la ausencia de tal principio en una noción "japonesa" correlacionada del espacio y aunque se usa comúnmente para referirse al espacio negativo literal y visible, ma también puede referirse a la percepción de un espacio, hueco o intervalo, sin requerir necesariamente un elemento físico de composición.

En un mundo que nos impulsa a la prisa y al ruido constante, redescubrir el Ma puede ser una forma de resistencia: un recordatorio de que en los espacios intermedios también hay vida, que no todo debe estar ocupado para tener sentido.

           

                                                              Ferrán Aparicio

                                                      15 de Septiembre de 2025

 

miércoles, 10 de septiembre de 2025

NESTING

El arte de no hacer nada o disfrutar de no hacer nada tiene un nombre que en los últimos meses está ganando popularidad: el nesting. 

Término que deriva del inglés “nest”, empujándonos a quedarnos tranquilos/as en nuestro “nido”. 

En nuestra era y sociedad frenética, donde la productividad y la ocupación constante son celebradas, el nesting nos invita a justo lo contrario, nos invita a reconsiderar el valor de la inactividad y el placer de simplemente ser. 

El nesting no se trata únicamente de inacción e inactividad, se trata de crear un espacio para el descanso, para la reflexión, para la introspección y para la reconexión con uno/a mismo/a, sin planificar.

El nesting no se trata de hacer el vago, sino de abrazar y acoger la inactividad con gratitud. Es un momento consciente para recargar energías y permitir que la mente descanse.

Desentrañar los principios fundamentales del nesting y cómo disfrutar de no hacer nada puede ser una forma de arte en sí misma. El entorno y el ambiente que creamos juega un papel crucial en el nesting, pues fomentar un espacio cómodo, con elementos que transmitan calma, cálido, tranquilo… contribuye a una experiencia más plena y favorecerá el nesting., encontrando el  placer en las pequeñas cosas “de casa” se vuelve fundamental. 

Aunque tratemos de luchar contra las expectativas, sabemos que es muy difícil no generarlas; expectativas que en muchas ocasiones nos encadenan y atrapan. 

El nesting implica liberarse de esas expectativas, ya sean externas o internas. La idea es que la persona se permita disfrutar sin presiones y no tratar de cumplir y finalizar una lista de tareas interminables que si no se consiguen nos invaden de frustración y culpa.

La vida moderna a menudo nos somete a niveles altos de estrés, y es el nesting quien actúa como un antídoto, brindando un espacio para liberar tensiones y reducir así la ansiedad.

La mente necesita momentos de tranquilidad para dar paso y dejar florecer la creatividad,  u es el  nesting y disfrutar de no hacer nada proporciona ese espacio donde las ideas pueden surgir de manera natural.

Es importante no confundir el nesting con la falta de energía, la apatía, el aburrimiento , sino lo que  el nesting busca que la persona entienda que la inactividad en un mundo ruidoso y siempre en movimiento es necesario, óptimo y beneficioso.

En definitiva  y, para terminar, el nesting nos invita a apreciar el silencio, a parar, a desconectar y a no sentirnos mal, ni sentirnos poco productivos si no hacemos nada.

 

                                                           Ferrán Aparicio

                                                10 de Septiembre de 2025

viernes, 5 de septiembre de 2025

SIMPLEMENTE GALBANA

 

Galbana , por raro que padezca es la inclinación a no trabajar, no hacer nada o no moverse cuando llega el calor le entra la galbana. desgana, indolencia, pereza. Gran desidia, ociosidad, haraganería, flojedad, indolencia, flojera

 La galbana es una expresión que refleja la falta de interés o energía para llevar a cabo labores o responsabilidades.

Se caracteriza por una actitud de pereza o desgana hacia el trabajo y las obligaciones propias de una posición o cargo.

Es la resistencia al esfuerzo y la renuencia a cumplir con las tareas asignadas, mostrando una clara falta de motivación para realizar las actividades laborales correspondientes.

Por definición significa: pereza, repugnancia al trabajo, al esfuerzo, a cumplir las obligaciones del cargo de cada uno

La galbana es un término que se utiliza para describir una sensación de pereza o desgana hacia el trabajo o las responsabilidades.

Esta actitud se manifiesta como una falta de motivación para realizar tareas laborales o cumplir con las obligaciones propias de un cargo o posición.


La galbana puede estar asociada a la apatía, la desidia y la falta de compromiso, lo que puede afectar negativamente el rendimiento laboral y la productividad.

La galbana puede manifestarse de diversas formas, desde la procrastinarían hasta la evasión activa de responsabilidades. 
Quienes experimentan galbana tienden a buscar excusas para evitar el trabajo o buscan atajos para cumplir con sus obligaciones de manera superficial. Esta actitud puede generar tensiones en el entorno laboral y afectar las relaciones interpersonales.

La palabra galbana procede del árabe hispánico julbána o jilbána, la cual a su vez procede del árabe clásico julŭbān.

 No obstante lo anterior sobre su procedencia, es algo semejante a lo que los italianos llaman “ dolce far niente”, o el arte de no hacer nada, una filosofía que nos invita a desacelerar el ritmo cotidiano y valorar esos enriquecedores momentos de pausa. El arte de no hacer nada o disfrutar de no hacer nada tiene un nombre que en los últimos meses está ganando popularidad: el nesting

Aunque parezca paradójico, tomarse tiempo para no hacer nada y tener espacios de desconexión puede mejorar la concentración y la productividad de cara a embarcarnos después en tareas activas.

 

                    Ferrán Aparicio

            5 de septiembre de 2025

 

lunes, 1 de septiembre de 2025

EXPECTATIVAS SOCIALES

Aceptar que una persona puede elegir vivir en los márgenes o en la nada, también es una lección sobre la diversidad de formas de ser y estar en el mundo. A veces, la paz y el bienestar personal no se encuentran en perseguir los ideales convencionales, sino en la aceptación de una forma de vida más sencilla, menos visible, pero igualmente plena, pero sin expectativas sociales.

 El aislamiento puede ser una elección consciente de introspección, una vida orientada hacia el mundo interior, similar a la vida de un ermitaño o un monje de clausura, sin expectativas sociales.

Estas figuras, lejos de ser marginales o insignificantes, representan formas de vida profundamente conectadas con el ser interior, donde el sentido de trascendencia o conexión con algo más grande no se encuentra en lo externo, sino en lo más profundo del ser.

Esta elección refleja una decisión deliberada de apartarse de las distracciones del mundo exterior, para centrar la vida en la reflexión y la espiritualidad.

Sin embargo, este límite expectativas sociales, también puede ser un refugio y para algunos, el mundo puede parecer caótico, hostil o insoportable, y la retirada hacia el margen de la existencia es una forma de protegerse.

En este caso, el límite actúa como una barrera de seguridad, un espacio donde la persona se siente a salvo de los juicios, las exigencias o los dolores que la vida le ha impuesto. Aquí, vivir en el límite no es tanto una elección espiritual, sino una estrategia de supervivencia emocional y  aunque esta forma de vida puede no ser comprendida o compartida por otros, sigue siendo una decisión válida y respetable.

En el caso de quienes eligen conscientemente retirarse del bullicio y la visibilidad social, como un monje de clausura o un ermitaño, vivir en el límite de la nada puede ser una vía hacia una vida más plena y significativa desde lo interno, se convierte en un camino para la expansión de la conciencia, la búsqueda de respuestas más profundas y, en muchos casos, un sentido de trascendencia.

Para estas personas, el sentido de plenitud no se mide por logros externos, sino por la paz y claridad interna que logran al habitar este espacio fuera de la expectativas sociales.

La persona que elige este camino puede estar buscando trascender la vida ordinaria, buscando un significado más elevado o espiritual como un refugio, este espacio puede ser lo único que les permite seguir adelante en medio de una vida que perciben como insoportable.

Este enfoque ayuda a las personas a identificar las narrativas y juicios que limitan su acción, ofreciendo la oportunidad de generar nuevas formas de ser y actuar en el mundo,pues  todas las personas no desean ajustarse a las expectativas socialesy solo queda respetar la autonomía de cada individuo.

 

                                                 Fernando Montón Aparicio

                                                  1 de Septiembre de 2025