Vistas de página en total

lunes, 11 de marzo de 2019

idealist@s: CAMBIO DE MIRAS

idealist@s: CAMBIO DE MIRAS: Se han dado cuenta cómo pasa el tiempo de rápido, la verdad que la costumbre genera rutina y llega un momento que quizás cuando reflexio...

domingo, 10 de marzo de 2019

CAMBIO DE MIRAS


Se han dado cuenta cómo pasa el tiempo de rápido, la verdad que la costumbre genera rutina y llega un momento que quizás cuando reflexionas sobre este pasar hay que parar para analizar que las pequeñas gratificaciones instantáneas diarias en sucesos como trabajar para adquirir aquello que se nos apetece es un acto vanal que no nos genera más que puro y absurdo entretenimiento. 

Estos instantes pasajeros de auto complacencia nada tienen que ver con los hechos y actos que nos generan recuerdos en base a la experiencia y no comprando bienes materiales de manera compulsiva. 

Aunque sepamos que todo tiene un principio y un final y siendo muy positivo, nuestro estado de plenitud se debería centrar en crear experiencias que perduren para siempre y podamos recordar y comentar posteriormente, invirtiendo a largo plazo en un futuro verdaderamente feliz. 

Si analizamos la rutina de las etapas que en general vivimos todos los humanos, compramos y hacemos cosas para ser felices, y tenemos éxito, pero solo por un tiempo. Las cosas nuevas son emocionantes para nosotros al principio, pero luego nos adaptamos a ellas, degenerando el interés que nos motivó en la acción y planificación para conseguirlas. 

Sin embargo hay algo efímero y rápido que nos genera un estado de plenitud que pervive en nosotros en el tiempo y son los viajes. El viaje es de por sí un periodo intenso y lo que hace es acentuar las realidades existentes, dejando en le recuerdo una acumulación de experiencia, emociones y situaciones, que casi nunca caen en el olvido, incluso cundo hemos tenido alguna experiencia negativa de la cual al final acabamos aprehendiendo. 

Los viajes no sólo son los destinos, también son las personas, no sólo las que conocemos en nuestro destino, sino también la que nos acompañan. No hay mejor manera para conocer a alguien que compartiendo un viaje. 

Los viajes mueve mucho por dentro y nos hace estar más receptivos conectando con otras personas, y crear lazos rápidamente, aunque en la mayoría de los caso y salvo error u excepción se disuaden en el tiempo , pero no en el recuerdo. 

Viajes hay de muchos tipos , de aventura, relax o culturales , por decir unos cuantos pero en general y cualquiera que sea su tipología todos deben tener un buen equilibrio entre varios factores: paisajes, cultura, diversión, aprendizaje y diversidad. Viajar te abre horizontes a un nuevo país y a una nueva cultura. Viajar en grupo hace que lo compartas con un conjunto de personas que pueden causar un impacto muy positivo en tu vida. 

A riesgo de generalizar, podríamos decir que la gente que comparte un viaje un destino suele tener un perfil similar: abierta, tolerante, con inquietudes, emprendedora, reflexiva, inconformista y que observa el viaje como un periodo de aprendizaje. 

Por ello les animo a cambiar de miras y salir de la rutina de la costumbre, pues viajr es vivir y vivir es simplemente la desobediencia a lo establecido. 

Ferrán Aparicio 
10 de marzo de 2019

martes, 5 de marzo de 2019

idealist@s: EL ARTE DE IGNORAR

idealist@s: EL ARTE DE IGNORAR: Dicen que la indiferencia es el mayor desprecio, sin embargo el arte de ser sabio   consiste en ignorar con inteligencia. Sabio no e...

EL ARTE DE IGNORAR


Dicen que la indiferencia es el mayor desprecio, sin embargo el arte de ser sabio  consiste en ignorar con inteligencia.

Sabio no es aquel que acumula muchos conocimientos y experiencias, sino quien sabe utilizar de forma efectiva cada cosa aprendida y además, es capaz de ignorar todo aquello que no es útil, que no le permite crecer para avanzar como persona.

Vivir es al fin y al cabo economizar y saber qué es lo importante, no resulta ni justo ni necesario vivir en la presunción, en aquello que creemos sin tener juicio cierto que existe o se le supone.

La primera regla de la vida nos indica que la persona más sabía es aquella que sabe ser feliz  en cada momento y que es capaz de eliminar de su existencia todo aquello que le hace daño o que no es útil, o por lo menos lo intenta, pues circunferencialmente no siempre es posible imponer  nuestra voluntad.

El arte de saber ignorar, supone  ignorar, tal cual suena y se lee, valga la redundancia y  supone en muchos casos alejarnos de ciertas situaciones e incluso de personas, lo que en realidad es  una discriminación inteligente. 

Se supone que el principal objetivo de nuestras vidas es ser feliz en el aquí y el ahora, no como mito futurible, por lo que resulta  necesario adquirir una perspectiva no solo más positiva de las cosas, sino también más realista, por lo que el secreto se halla en priorizar en el momento.

Para aprender a establecer prioridades es necesario poner en valor nuestra vida circunstancial, dar a cada cosa que nos rodea su auténtico valor, en ese  acto consciente es cuando aprendemos el arte de ignorar como herramienta , aquello que realmente nos interesa relativamente nos interesa desarrollar  en función de nuestras necesidades y deseos.

El problema surge cuando distorsionamos la realidad con banalidades consecuencia del auto-engaño o falta de claridad exponencial y nos  cuesta elegir entre lo que es importante y lo que no lo es , creándonos un conflicto interno entre las cosas que queremos y las que sabemos que nos convienen, y quizás ahí este la clave de determinar qué es lo realmente prioritario y verdadero.

Todo lo circunstancial al final, antes o después es circunstancial y si lo pensamos  fríamente ha sido aquello que en nuestras vidas nos ha desviado del arte de ignorar.

Saber ignorar es un arte que puede llevarse a cabo con elegancia y sin llegar a extremos innecesarios, simplemente se trata de centrarnos en lo que nos interesa, en las personas y no en la gente y en establecer  que vínculos vitales  son  necesarios y los que no lo son , como siempre ,...sin más.

                                                               Ferrán Aparicio
                                                           5 de marzo de 12019

lunes, 4 de marzo de 2019

idealist@s: AMISTADES PELIGROSAS

idealist@s: AMISTADES PELIGROSAS: Hay momentos que sin saber ni cómo ni por qué , te vienen recuerdos puntuales de una etapa del pasado y entre ellos los distintos amigo...

viernes, 1 de marzo de 2019

AMISTADES PELIGROSAS


Hay momentos que sin saber ni cómo ni por qué , te vienen recuerdos puntuales de una etapa del pasado y entre ellos los distintos amigos que han pasado por nuestra vida , y en algunos casos te llega la pregunta de que habrá sido de ellos , pues con el tiempo se han disuadido en la niebla de la vida.

La amistad como concepto y cuando la observas desde la perspectiva de la vida la asocias a un complemento de juventud, esa etapa donde todo está por llegar y hay tiempo para todo, toda la vida está por delante y no existen cargas , ni familiares, ni laborales,  ni perro que te ladre.

Esas amistades de juventud se caracterizan por su inocencia, son amigos que no te importan ni quiénes son, ni que tienen, no sirve aquello de que por tu interés te quiero Andrés, simplemente se utiliza aquella máxima que los amigos de mis amigos, también son mis amigos , un mundo infinito de gente con la que compartir un mundo inocente.

El problema o la tesitura cambia cuando van pasando los años y vas cerrando círculos y entre ellos el de las amistades superfluas que no te aportan nada y el círculo se hace más pequeño, simplemente  queda lo auténtico, y cómo suele ocurrir que a los que lo fueron  amigos en su día, se les ve cada vez menos.

También es cierto que hacer nuevos amigos que se conviertan en inseparables, resulta temporalmente difícil, pues la amistad también se relaciona con el factor tiempo y no es algo que salga de un día para otro, te tiene que acompañar a lo largo de un periodo de tu vida y, sobre todo, en los malos momentos.

Sin embargo estarán de acuerdo conmigo, que la amistad más allá de su significado académico, se usa actualmente en las redes sociales con demasiada facilidad, sin embargo cuando uno empieza a cumplir años se vuelve muy selectivo y asocia la afinidad con la amistad, en el sentido que tienes tu escala de valores muy asentada, y sabes qué te gusta y qué no te gusta, y es por ello que no te apetece andar perdiendo el tiempo con alguien que no te gusta, pues ni en el fondo te apetece compartir tu vida con ellos.

Otro factor sería el tiempo de maduración, una amistad necesita tiempo para su madurez y  fraguado y conservar una amistad supone también un coste de tiempo y que al fin y al cabo se centra en mantener viva la llama que lo mantiene vivo, la comunicación.

Quizás hacerse mayor significa que no haces tantos nuevos amigos, pero al menos eres consciente de mantener en valor los que tienes como un bien escaso y sin querer los tratas con más cuidado, en la mayoría de las ocasiones y como siempre salvo error o excepción.

No obstante lo anterior, no hay que estar cerrado en un mundo ficticio donde priman las amistades peligrosas, pues hay mucha gente maravillosa, deseando conocerte y compartir un espacio pudiendo encontrarte con otras personas con los mismos intereses y posiciones y sin un ápice de maldad, solo se trata de ser selectivo  en tu consciencia cada día , como siempre sin más.

Ferrán Aparicio
1 de marzo de 2019




lunes, 25 de febrero de 2019

idealist@s: SIMPLEMENTE CALMA

idealist@s: SIMPLEMENTE CALMA: No es lo mismo parar que aquietar. Cuantas veces nos hemos sentido aprisionados en la aceleración de la vida, del tiempo, de la vida mis...

SIMPLEMENTE CALMA


No es lo mismo parar que aquietar. Cuantas veces nos hemos sentido aprisionados en la aceleración de la vida, del tiempo, de la vida misma y nos damos cuenta que tenemos que parar, si bien el parar no es la solución , sino más bien aquietar de una forma consciente nuestro propio movimiento de rotación rutinaria ante aquello que es el teatro de nuestra vida.

Ese aquietar, el Dalai Lama lo describió como calma. Esta calma y por el contexto del biudismo lo podemos intrepretar en nuestro mundo occidental como una esencia de  la tranquilidad, ausencia de agitación y de nervios en la forma de actuar.

También la calma la asimilamos desde el punto de vista emocional como la quietud, ausencia de ruido, de movimiento o de agitación en un lugar, si bien supone como estado físico una suspensión o reducción momentánea de una actividad, un estado o una situación.

"Se llama calma" es un poema donde el Dalai Lama nos enseña el valor de aquietar la mente, de apaciguar los miedos, las preocupaciones y ansiedades para apreciar el presente y alcanzar así el bienestar y la plenitud personal.

La calma es la tranquilidad de ánimo, la fortaleza emocional del sujeto que no se deja afectar de un modo negativo por las circunstancias externas, si bien es más difícil mantener la calma en los momentos de dificultad y en una situación de tensión.

En la sociedad actual, existen dos grandes enemigos de la calma como principio de salud: el estrés y la ansiedad laboral que se convierten en un lastre emocional que además, afecta a la salud. Pero la calma también se trasmite en los que nos rodea,  pues  el alma de los lugares, así como la esencia de la propia vida, no suele habitar en las personas apresuradas, lo que nos invita a aquietar nuestra vida, porque lo queramos o no, la calma lo es todo y nos ayuda  a responder mejor  a las dificultades de la vida.

Es bien cierto que alcanzar ese sentimiento, ese sutil equilibrio interior, no es algo que podamos conseguir de un día para otro, pero cuando te ves inmerso en estado dinámico vital , en un cierto momento te invita a ser consciente de que la calma también existe.

Al final solo se trata de intentar alcanzarla con algunos hábitos muy positivos para mantener la calma en el día a día: caminar con más frecuencia, establecer un orden de prioridades en la rutina diaria de acuerdo al criterio de la economía del tiempo o simplemente escuchar música relajante, cultivar las aficiones, reforzar los momentos de y o marcar distancia respecto aquello que nos acelera y en especial en  aquellos momentos en los que quieres evitar las interrupciones.

                                                       Ferrán Aparicio
                                                  25 de febrero de 2019

 SE LLAMA CALMA –DALAI LAMA

“Se llama calma cuando se aprende bien a amar, cuando el egoísmo da lugar al dar y el inconformismo se desvanece para abrir corazón y alma entregándose enteros a quien quiera recibir y dar.
Se llama calma cuando la amistad es tan sincera que se caen todas las máscaras y todo se puede contar.
Se llama calma y el mundo la evade, la ignora, inventando guerras que nunca nadie va a ganar.
Se llama calma cuando el silencio se disfruta, cuando los ruidos no son solo música y locura sino el viento, los pájaros, la buena compañía o el ruido del mar (…)”.

miércoles, 20 de febrero de 2019

idealist@s: NO ES LO MISMO

idealist@s: NO ES LO MISMO: El otro día como siempre no sé, si por casualidad o casualidad , me comentaba una compañera de trabajo, la reacción de una persona conocid...

NO ES LO MISMO

El otro día como siempre no sé, si por casualidad o casualidad , me comentaba una compañera de trabajo, la reacción de una persona conocida que por cierto no oye muy bien, la reacción no justificativa  que había tenido al plantear la diferencia entre oir y escuchar. La verdad es que me quedé con la diferencia de semántica entre los dos términos y a la sazón me vino a la cabeza el mismo paralelismo entre ver y mirar.

Oír significa percibir con el sentido del oído las palabras que se hablan. Escuchar involucra otros cuatro sentidos para ayudarnos a entender las palabras que se dicen.

Escuchar es un verbo que hace referencia a poner atención a aquello que captamos por nuestros oídos. El oír es un verbo que hace referencia a la facultad que tenemos de percibir sonidos. Cuando oímos lo hacemos con nuestro sistema auditivo. Cuando escuchamos otras funciones cognitivas entran en juego: poner atención, recordar, pensar y razonar.
En este mismo plano, Mirar es, según la Real Academia Española, “dirigir la vista a un objeto”, mientras que ver es “percibir con los ojos algo mediante la acción de la luz” .

En el caso paralelo, la diferencia entre ver y mirar es  que mirar es algo que hacemos con nuestro cuerpo y ver es algo que pasa en nuestra mente. Es bien claro que la diferencia entre ver y mirar es paralela a la que se da entre oír y escuchar.  Mirar y ver son dos cosas diferentes, incluso si ambas se refieren a la percepción visual de un individuo.

Mirar algo significa mirar utilizar los ojos o reconocer la presencia de un objeto. Para ver, no solo uno mira el objeto sino que también lo comprende y le presta atención, esta es la principal diferencia entre ver y mirar.

Escuchar va más allá de oír las palabras que se hablan, significa pensar en el mensaje para entender de manera clara y completamente, y al mismo tiempo requiere oír las palabras, observar el tono de voz, el estado anímico, y cualquier otra señal, por eso la diferencia se centra la intención, mientras que oír es algo que sucede independientemente de nuestra voluntad. En cambio, las cosas que nos suceden independientemente de nuestra voluntad carecen de finalidad per sé, por eso no decimos que alguien está oyendo para enterarse.

Hablar con propiedad, es hablar con conocimiento de causa, o sea saber de lo que estás hablando y que la gente que te escucha lo perciba, sin dudar y sabiendo  el significado de los términos que utilizas, como siempre sin más.

                                                           Ferrán Aparicio
                                                   20 de febrero de 2019


viernes, 15 de febrero de 2019

idealist@s: PROCRASTINACION FATAL

idealist@s: PROCRASTINACION FATAL: Hay palabras dentro de nuestro diccionario, que ni por asomo conoceríamos su significado   cuando las escuchamos o leemos, salvo que acu...

PROCRASTINACION FATAL


Hay palabras dentro de nuestro diccionario, que ni por asomo conoceríamos su significado  cuando las escuchamos o leemos, salvo que acudiéramos a un diccionario, y procrastinación es una de ellas.

La procrastinación, postergación o posposición, según Wikipedia  es la acción o hábito de retrasar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes o agradables.

El término se aplica comúnmente al sentido de ansiedad generado ante una tarea pendiente sin tener una fuerza de voluntad para concluirla, sin embargo en mi opinión no tiene relación siempre con  lo abrumador, desafiante, inquietante, peligroso, difícil, tedioso o aburrido, sino nuestra actitud a enfrentarnos al suceso en relación  a su necesidad pues  actuamos en relación a lo que nos parece  lo importante que en definitiva es supeditado a lo urgente.

Es común en toda persona que dejes  quehaceres para mañana , si bien el dicho lo dice claro expresamente “ lo que puede hacer no lo dejes para mañana , sin embargo  la evasión  de responsabilizarse posponiendo tareas a realizar puede llevar a las personas  a refugiarse en actividades ajenas a su cometido, simplemente por inercia o de ganas y en general por falta de interés o aburrimiento.

 Sin embargo dentro de unos quehaceres diarios, está la reorganización del tiempo a efectos de conseguir  hacer o cumplir, tanto con lo que nos apetece como lo que no nos apetece. La organización implica en cierto modo el poner en valor por su importancia  en el tiempo real, concentrándose en realizar las tareas importantes que tienen un plazo de finalización más cercano.

Muchas veces decir que no tenemos tiempo es expresar nuestros miedos al fracaso, en tareas donde no hay garantías de éxito y si lo pensamos fríamente no  existe nunca la falta de tiempo, existe la falta de interés, pues lo realmente nos interesa siempre está hecho en forma y tiempo.

En este sentido dicen los expertos que la lógica organizar del tiempo es en un inicio de día hacer lo que más trabajo o interés de las cosas que tenemos pendientes y dejar las más sencilla o indeterminantes para los últimas horas del día.

Al final y como siempre sólo se trata de tomar consciencia de las cosas que tenemos pendientes y de adjudicarles nuestro grado de interés y urgencia, en un binomio que es personal e intransferible y sólo nosotros dominamos en nuestra propia organización del tiempo.

Cuando eres consciente de la procrastinación como concepto y  actitud en la vida , te das cuenta que no vale la pena derivar en el tiempo las cosa que tenemos pendiente , pues lo que está claro es que lo que no se hace está pendiente de hacer y no nos la van a hacer nadie.

                                                            Ferrán Aparicio
                                                           15 de febrero de 2019


lunes, 11 de febrero de 2019

idealist@s: CERRADO POR REFORMA

idealist@s: CERRADO POR REFORMA: Hay momentos que sin saber cómo ni por qué , ni por qué no , nuestra cabeza retrocede a un momento del pasado y desde el punto vital en ...

domingo, 10 de febrero de 2019

CERRADO POR REFORMA


Hay momentos que sin saber cómo ni por qué , ni por qué no , nuestra cabeza retrocede a un momento del pasado y desde el punto vital en que nos encontramos , comenzamos a valorar, juzgar, interpretar incluso prejuzgar aquella situaciones , momentos y sucesos, que nada tienen que ver con nuestro momento presente. 

Esto tiene que ver en su relación con la etimología de la palabra crisis, que según la Wikipedia es una coyuntura de cambios en cualquier aspecto de una realidad organizada pero inestable, sujeta a evolución; especialmente, la crisis de una estructura. 

Pero cuando analizamos nuestros recuerdos fríamente tanto si han sido significativos, positivamente o negativamente, nos damos cuenta que para bien o para mal, valieron la pena , bien para ser puntualmente felices o bien para evolucionar como personas. 

Siendo pragmáticos y desde una actitud positiva en caso de determinadas situaciones vividas solemos arrepentirnos de momentos, de sentimientos, de acciones y de personas que han pasado por nuestras vidas, sin embargo desde la perspectiva del tiempo, que presuntamente lo pone y nos pone a todo en su sitio, nos damos cuenta que determinados momentos, sentimientos, acciones y personas pudieron evitarse, por no haber aportado nada en nuestra evolución como persona. 

Sin embargo hay que tener claro que lo pasado, pasado está y fue parte de nuestras vidas, por lo que no cabe un arrepentimiento, y mucho menos una tortura mental en hechos que actualmente no tienen especial trascendencia en la mayoría de los casos y deberíamos verlo como una experiencia sea bueno o malo, porque aunque tenga fecha de caducidad, en su momento nos hizo bien. 

Los que creemos en la causalidad, que no es lo mismo que la pura casualidad pensamos que los acontecimientos que conforman personas o sucesos, todo tiene una razón de ser. 

En el caso de amores, relaciones, parejas y demás hierbas, podemos encontrar de todo tipo de flores como en el campo, sin embargo en cualquier parte de la balanza han sido positivos , bien para crecer en el sentimiento del amor , como en la satisfacción de haber sido amantes y amados. 

Al margen de este raciocinio lo que está claro es que la vida está para vivirla y ser consciente que toda acción tiene una reacción y que es necesario asumir las consecuencias de los actos. 

La evidencia del proceso evolutivo surge cuando aparecen estos pensamientos y los cambios críticos, aunque previsibles, tienen siempre algún grado de incertidumbre en cuanto a su reversibilidad o grado de profundidad, pues si no serían meras reacciones automáticas como las físico-químicas. 

El recuerdo aunque sea temporal tenderá siempre a ser positivo, por aquello de que nuestra mente es selectiva, pero si llega algún recuerdo trascendente simplemente hay que tener la actitud de que no vale la pena desgastar tu energía y pensamiento en algo que ya pasó. 

Ferrán Aparicio 
10 de febrero de 2019

miércoles, 6 de febrero de 2019

idealist@s: EL AROMA DEL TIEMPO

idealist@s: EL AROMA DEL TIEMPO: Hay ciertas ocasiones que no puedo evitar el comentar algún libro que ha caído por casualidad o causalidad, en mis manos, y este es uno ...

martes, 5 de febrero de 2019

idealist@s: EL AROMA DEL TIEMPO

idealist@s: EL AROMA DEL TIEMPO: Hay ciertas ocasiones que no puedo evitar el comentar algún libro que ha caído por casualidad o causalidad, en mis manos, y este es uno ...

EL AROMA DEL TIEMPO


Hay ciertas ocasiones que no puedo evitar el comentar algún libro que ha caído por casualidad o causalidad, en mis manos, y este es uno de ellos, fruto de un fantástico regalo de navidad. El libro que para mi gusto es muy recomendable es “El aroma del tiempo” de Byungchul Han, publicado por Herder en 2015.

Quizás lo más interesante es  la empatía que el texto establece con el lector, en cuanto identificas el diagnóstico del mundo actual en que vivimos, en cuanto a la percepción del tiempo y la aceleración perceptiva que de este tenemos.

Todos y cada vez más personas vemos como las semanas pasan de lunes a domingo, pasamos del invierno al verano y cuando nos queremos dar cuenta ya estamos celebrando el final del año, y  sentimos que la velocidad con que se mueve el tiempo en la vida diaria, nos hace sentir como una pieza del mecanismo que no para nunca, si bien esta aceleración no es lo que nos molesta, sino más bien el perder el sentido y el control del tiempo, animados por las rutinas y costumbres, que transforman el factor tiempo en un valor fragmentado.

En realidad esta aceleración vital de alguna manera nos agota pues todo parece efímero y fugaz, estamos esperando, programando, organizando unas felices vacaciones y cuando nos damos cuenta ya las hemos vivido, sin más. Es como si todo lo que vivimos se terminara antes de lo que debería, sin llegar a saborear el aroma del tiempo.

Como siempre la solución sería parar el tiempo, lo cual como todos sabemos resulta imposible,  sin embargo no estaría demás el tomar conciencia de que si bien no podemos parar la máquina del tiempo, podemos aquietar nuestra vida disfrutando de algo tan valioso como es el concepto de tiempo.

Analizado este mecanismo, Han  determina  que al hacer del trabajo, el todo se anula cualquier otra forma de vida y afirma  que el hilo de la vida, de la trayectoria de la vida se recupera, con la vida contemplativa, con el aquietamiento circunstancial, con el concepto del no-hacer, revelando consecuentemente el aroma del tiempo, ganando consecuentemente  tiempo y espacio, duración y amplitud

Han y su libro, no trata de resolver el problema de la velocidad sino el del sostén del tiempo, el sentido, la trayectoria, el hilo narrativo que engarce los fragmentos y le devuelva la tensión.

No puedo finalmente dejar de transcribir un par de párrafos de su libro que seguramente les harán pensar sobre la necesidad de parar a pensar sobre el  conflicto de la percepción del aroma del tiempo, como siempre,.., sin más.

“El tiempo comienza a tener aroma cuando adquiere una duración, cuando cobra una tensión narrativa o una tensión profunda, cuando gana en profundidad y amplitud, en espacio. El tiempo pierde el aroma cuando se despoja de cualquier estructura de sentido, de profundidad, cuando se atomiza o se aplana, se enflaquece o se acorta. Si se desprende totalmente del anclaje que le hace de sostén y de guía, queda abandonado. En cuanto pierde su soporte, se  precipita.

                                                               Ferrán Aparicio
                                                           5 de febrero de 2019



viernes, 1 de febrero de 2019

idealist@s: INDIFERENCIA VITAL

idealist@s: INDIFERENCIA VITAL: No les ha pasado a ustedes que por circunstancias personales, un día recapacitan y se dan cuenta que han vivido un día anodino.  Así podrí...

INDIFERENCIA VITAL

No les ha pasado a ustedes que por circunstancias personales, un día recapacitan y se dan cuenta que han vivido un día anodino.

 Así podría definirse a la sensación de que un día de tu vida ha pasado y no ha ocurrido nada extraordinario, nada remarcable, han pasado 24 horas de tu vida se han sucedido, una detrás de la otra, y dejan tras de sí un sinsabor, una especie de melancolía por pensar que no ha habido en el transcurso de la jornada nada que haya sido especial, que haya valido la pena.

 Este suceso vuelve a repetirse cuando las semanas se suceden cuando pasan de lunes a domingo , sin más que un paso temporal del tiempo que nos acerca de enro a diciembre al paso de un año, sin más , y así sucesivamente recibimos un año, otro y otro hasta que un día te levantas y con todos sus acontecimientos tedas cuentas que ha pasado demasiado tiempo y que no hemos valorado su paso , creyendo que la temporalidad tiene tendencia al infinito , cuando en verdad no es así y el tiempo está acotado en etapas de la vida y que con lleva un final que es el fin de nuestras vías.

No trato de ser dramático , sino de reflexionar sobre la consciencia de que el paso del tiempo tiene su temporalidad y hay que ser consciente ,de ello , nunca nos imaginamos que en cualquier momento pueden surgir contrariedades y que hay que superarlas y enfrentarnos a ellas , pero lo que también es cierto es que sin demasiadas obsesiones deberíamos controlar unas metas atemporales que nos permitieran visualizar la trayectoria que deseamos para encauzar el presente proyectado en un futuro inmediato.

Consecuentemente, por nuestra propia rutina, vamos avanzando de alguna forma en lo intelectual, lo profesional, lo laboral, en nuestras relaciones , la madurez va creciendo en nosotros mismos, en nuestro comportamiento , en nuestras reacciones incluso en nuestro ímpetu de lucha, que va perdiendo fuerza como el bicarbonato cuando reacciona y se diluye en el agua cuando pasan ciertos segundos, después de haber burbujeado fuertemente.
La cuestión se centra en cuantas cosas hemos perdido en el camino por seguir una rutina acelerada que no nos lleva a algo concreto, sino a algo abstracto como es la supervivencia formal en el tiempo.

La vida está llena de un gran contenido , como una biblioteca nacional donde puedes encontrar todo tipo de temas, argumentos , materias , ciencias incluso vivencias, el problema central responde al hecho de que no tenemos tiempo para encontrarlas y apreciarlas, básicamente porque nuestra receptividad está abandonada en aras a seguir un camino preestablecido.

Les animo a plantearse, a esquematizar que cambios quieren hacer a sus vidas, que objetivos semanales deben proponerse para no cocer sino enriquecer su vida a apreciar los momentos mágicos que disponemos todos los días y los dejamos pasar, y a pesar que resulta complicado encontrar tesoros cuando el tiempo se convierte en nuestro peor enemigo y, minuto a minuto, se nos escapa un día al que no le hemos dado la oportunidad de que sea maravilloso. 
Ferrán Aparicio
1 de febrero de 2019

miércoles, 30 de enero de 2019

idealist@s: SABIDURIA INTELIGENTE

idealist@s: SABIDURIA INTELIGENTE: Si bien todos entendemos las palabras sabiduría e inteligencia, cuando las juntamos para emitir un concepto mixto, resulta un idea muy ...

SABIDURIA INTELIGENTE


Si bien todos entendemos las palabras sabiduría e inteligencia, cuando las juntamos para emitir un concepto mixto, resulta un idea muy interesante a la vez que especial. 

La sabiduría es un carácter que se desarrolla con la aplicación de la inteligencia en la experiencia propia, obteniendo conclusiones que nos dan un mayor entendimiento, que a su vez nos capacitan para reflexionar, sacando conclusiones que nos dan discernimiento de la verdad, lo bueno y lo malo. 

Por otra parte la inteligencia es un concepto difícil de definir. Una definición sencilla la describe como la capacidad de generar información nueva combinando la que recibimos del exterior, con aquella de la que disponemos en nuestra memoria. 

La sabiduría toma sus referencias de lo que se denomina memoria a largo plazo y no es más que lo vivido y ha de haberse experimentado con suficiente frecuencia o intensidad como para que no se borre de nuestro recuerdo, se inserte en los esquemas de lo que consideramos bueno o malo y se tome en cuenta como parte de los procesos de supervivencia del individuo. 

Por eso, la sabiduría tiene como función propia ordenar y juzgar todos los conocimientos, generando desde la inteligencia la combinación que recibimos y la vivida, de ahí podría generarse la combinación sabiduría inteligente. Y así surge el sabio inteligente que no es aquel que acumula muchos conocimientos y experiencias, sino quien sabe utilizar de forma efectiva cada cosa aprendida, desechando aquello que no le aporta nada o simplemente no le es útil, de ahí surge la idea de que ser sabio consiste en ignorar con inteligencia. 

Es bien cierto que aunque vayamos cumpliendo más años no siempre crecemos en sabiduría inteligente, por acumulación de conocimientos y experiencias, pues la sabiduría inteligente no se trata de considerar a una biblioteca andante, sino se centra simplemente en la selección de los contenidos que tenemos a través de nuestro bagaje vital. 

Vivir es al fin y al cabo economizar y saber qué es lo importante, racionalizando del conjunto de conocimientos amplios y profundos que se adquieren mediante el estudio, el conocimiento y la experiencia 

Quizás el secreto de esta combinación de conceptos, sabiduría inteligente, es el arte de saber ignorar, aquello que conocemos pero no necesitamos en este momento del presente, priorizando y focalizando aquello que nos interesa en este segundo, sin embargo no es nada fácil de aplicar en nuestro día a día. 

En este sentido, priorizar no es únicamente ignorar lo que nos hace daño o no nos interesa en este momento, sino más bien es reorganizar nuestra vida para encontrar espacios propios para ser felices, con las herramientas y conocimientos experimentados. 

Al final tener consciencia de lo que significa la sabiduría inteligente, se centra en saber ignorar aquello que no nos aporta nada y nos dispersa y comprender qué vínculos es mejor dejar de alimentar sin tener ninguna carga de conciencia por haberlos desechado. 

Ferrán Aparicio 
30 de enero de 2019 

lunes, 28 de enero de 2019

idealist@s: EFECTO BOOMERANG

idealist@s: EFECTO BOOMERANG: Siempre he pensado y de alguna forma creído, que lo que nuestros ancestros nos han trasmitido tiene un contenido importante en nuest...

viernes, 25 de enero de 2019

EFECTO BOOMERANG



Siempre he pensado y de alguna forma creído, que lo que nuestros ancestros nos han trasmitido tiene un contenido importante en nuestra vida y revienen en algún momento y por algún motivo, como siempre sin más. Después de estar escuchando tantas veces el llamado “efecto llamada”, en los medios de comunicación, me resuena el efecto boomerang, de alguna manera relacionado. 

La expresión “la vida es un bumerán” o “efecto boomerang” se centra en las acciones del ser humano, es decir, todo las acciones, pensamientos, sentimientos, que el ser humano siempre sean positivas o negativas, regresan a la vida del individuo y, en ocasiones multiplicado en demasía. 

La idea lógica según este principio, es que por naturaleza el ser humano debe de realizar acciones buenas y siempre mantener pensamientos positivos para atraer únicamente hechos positivos en el transcurso de la vida, o al menos es lo que a mí se me ha transmitido desde mi ámbito familiar, de la misma forma de aquello de que nada cae en saco roto y todo puede servir en algún momento. 

La idea es que siendo positivo, actitud que per sé, define que el ser humano debe de realizar siempre el bien sin mirar a quien, tomando en cuenta que todo lo que cosecha en la vida será regresado tarde o temprano, es decir, si cosecha el bien recibirá el bien, de lo contrario, recibirá el mal es lo que fundamenta este principio vital. Si bien esto puede parecer una utopía, si ustedes lo piensan fríamente, en algún momento de sus vidas les puede haber ocurrido. 

Para los más escépticos, al menos deberán de reconocer el principio físico de acción y reacción, que es asimilable a la propia vida cotidiana en la ley de causa y efecto. Ésta establece que para a toda causa, hay un efecto que le sigue, por lo tanto cada efecto tiene su causante. Específicamente, el efecto boomerang refiere que todo lo que va vuelve y por lo tanto todo lo que una persona haga, sea bueno o malo, le volverá hacia sí.

Aunque parezca una simplicidad, esta ley es a la que le debemos prestar más atención, y la que mejor debemos asimilar, ya que es de ella de donde van a desprenderse las demás leyes y las consecuencias de nuestros actos y actitud de nuestra vida. 

La Ley de Causa de Efecto es la ley del éxito a la que le debes prestar más atención, y la que mejor debes asimilar, ya que es de ella de donde van a desprenderse las demás leyes y casi toda tu vida. Esta ley dice “Toda Causa tiene su efecto, todo efecto tiene su causa”, lo que ratifica el principio de acción- reacción o efecto Boomerang.

Todo llega en su justo momento, ni antes , ni después , y en este momento sólo se trata de tomar consciencia de que toda causa tiene su efecto, todo efecto tiene su causa y esta es la base para la toma de nuevas decisiones, la adquisición de renovadas fuerzas y la realización de comportamientos más idóneos, pues en definitiva y según este principio, cada pensamiento que lances, cada sentimiento que albergues y cada acción que ejecutes siempre volverán a ti, con que le animo al menos a comprobarlo, como siempre ,…, sin más. 

Ferrán Aparicio 
25 de enero de 2019 



jueves, 24 de enero de 2019

idealist@s: EL PASO DEL TIEMPO

idealist@s: EL PASO DEL TIEMPO: Hace tiempo me obsesioné con el espacio tiempo, en cuanto que sin anclarme en el pasado, el futuro llegaba demasiado rápido, la transició...

lunes, 21 de enero de 2019

idealist@s: EL PASO DEL TIEMPO

idealist@s: EL PASO DEL TIEMPO: Hace tiempo me obsesioné con el espacio tiempo, en cuanto que sin anclarme en el pasado, el futuro llegaba demasiado rápido, la transició...