Un medio de expresion donde lo cotidiano se expresa intentando aprender a darle tiempo al tiempo, a esperar ese momento , mi momento, nuestro momento, porque todo llega cuando tiene que llegar.
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lunes, 10 de agosto de 2015
idealist@s: SILENCIO
idealist@s: SILENCIO: He oído decir a gente por decir algo, aquello como que es preciso perderse para escuchar. La verdad es que no estoy muy de acuer...
SILENCIO
He oído
decir a gente por decir algo, aquello como que es preciso perderse para escuchar. La
verdad es que no estoy muy de acuerdo si bien muchas veces tengo la sensación
que aún perdiéndose o separándose del
mundanal ruido, no se obtiene un absoluto silencio.
El silencio como tal tiene
muchas formas de expresión desde la típica expresión judicial que dice que el
que calla otorga hasta no hay oídos para quien no quiere escuchar, pero lo que sí
que está claro, es que es preciso hacer el silencio en la escucha y en la
mirada para descubrir las formas del silencio.
El silencio puede manifestarse
en muchas variantes y formas desde lo escrito como nota musical que se escucha
hasta la reciproca nota que le sigue y que figura como una pausa, hasta el de
la comunicación no verbal.
En lo formal la propia
respiración nos genera esperas de repuesta en lo que percibimos, mucho más
notables son aquellas en la que decimos me quedé helado con lo que oí,…,
respirar es un hueco en el que el silencio que se percibe internamente en la
expiración.
En ocasiones el silencio se
convierte en una pausa cargada de intención, donde desde el suspirar refleja
bien un descanso o aritmia de nuestro corazón o simplemente capta la atención
de una intención prefijada que puede genera expectativas, sorpresas,…, en
definitiva un montón de situaciones y sentimientos.
La multitud de
interpretaciones que puede tener o representar el silencio es infinita, pero en
general bien responde a las indecisiones
que van cogiendo una forma o una representación y es lo que anuncia su contenido
lo que hace del silencio una efectividad mayor.
Lo que parece tan fácil explicar cómo concepto, es decir el silencio como la
ausencia de sonido y que coincide en cierta forma en cuanto que la palabra
silencio proviene del latín: “ silere”, callar estar callado, demuestra que lo
que calla es la intencionalidad de algo, pues en la escucha del silencio hay
una intencionalidad de escuchar la ausencia de cualquier sonido, incluso de
nuestra propia respiración.
No es fácil expresar esas dicotomías
conceptuales que el concepto de silencio produce en su entendimiento, pero
resulta más fácil comprender que atender al silencio es escuchar lo que usualmente
se nos escapa por exceso de ruido y se nos pasa desapercibido.
Quizás y sólo quizás, con
ruido o con silencio lo importante es centrarnos en lo que nos dicta nuestro intelecto,
como en la música compuesta por sonidos y pausas que armoniosamente expresan un
sonido que se dirige hacia lo que se quiere expresar y en nuestro caso hacer o
escuchar.
Les recomiendo como siempre
aprender a escuchar, no sólo en su vida diaria sino también en su vida interior,
pues se trata de aprehender y no tapiarse los oídos con unos sonidos prefijados
atendiendo simplemente a todos los sonidos que se acallan con la palabra
silencio.
Ferrán Aparicio
10 de agosto de 2015
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ESCUCHA,
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RUIDO,
SILENCIO,
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miércoles, 5 de agosto de 2015
CUESTIONES PERSONALES
Dicen que las bicicletas son para el verano y no falta razón, como muchas veces esta época nos invita a descansar incluso a reflexionar sobre cuestiones personales que nos implican a nosotros mismos, como siempre, sin más.
La temperatura, el espacio vacacional, los días largos llenos de horas, el tiempo libre, el que lo tenga o lo disponga, que en realidad lo disponemos todos, son factores que nos ayudan a replantearnos de alguna forma si realmente estamos viviendo como queremos vivir y aún no es tarde para cambiar.
Si a esto le añadimos la absurda situación coyuntural de tanta pseudo ideología de fondo barato y cutre que nos van bombardeando por las redes sociales, entre unos y otros, y los de más allá, uno llega a la conclusión de que lo que importa responsablemente son las cuestiones personales que al fin y al cabo son las que sólo dependen de nosotros mismos.
Cuestionarse no es un castigo, sino todo su contrario es un procedimiento por el cual te planteas como vas errando inconscientemente por la pura rutina que llevamos los humanos del siglo XXI, sólo en determinadas ocasiones en que la vida nos da un palo es cuando planeamos un cuestionamiento integral personal.
En cuanto a aspectos exteriores, esto no supone ningún trauma, incluso nos viene bien una actualización desde un corte de pelo a ponernos a la última moda, el problema surge cuando hablamos de palabras mayores que afectan a nuestra zona de confort.
Hablar de zona de confort es hablar de personalidad, de profesionalidad, de trabajo, de tantos y tantas cosas y aspectos que confortan nuestra vida, incluso de vivienda, eso sin tocar la economía, también es tocar nuestras creencias aquello que hemos ido puliendo en el tiempo, pero reconociendo que el cambio es necesario o al menos cuestionable.
Hay gente que su vida es pura rutina y no necesita más, sin embargo aunque sea de una forma intuitiva podemos afirmar que la vida nos va llevando de etapa en etapa y esto de alguna forma hace que nos sintamos diferentes.
No es fácil enfrentarse a uno mismo, a ese yo verdadero, pues disuadimos aquello que no nos gusta obviándolo, pero es justo y necesario el plantearlo, pues sólo vivimos una vez y vale la pena sacarle partido al presente como medio de evolución al menos a un futuro inmediato.
Les animo a revisar sus actuales patrones y creencias como cuestiones fundamentales personales, pues yo ya lo estoy haciendo en esta etapa estival y en la lucha por el cambio espero valga la pena, por al menos haberlo intentado.
Ferrán Aparicio
5 de Agosto de 2015
sábado, 1 de agosto de 2015
EL DESTINO LLEGA SIN AVISAR

Me llamó mucho la atención en
relación a la filosofía que más me
caracteriza en mi propio blog y es el hecho de que las cosas llegan en su justo
momento, ni antes ni después y muchas veces por casualidad o causalidad y en el
análisis de estos conceptos, me reitero continuamente como si tratara de
clasificar cada acontecimiento importante que ocurre en mi vida, en el sentido si es casualidad o causalidad.
Sin embargo la filosofía del
artículo versaba sobre cuando llegaba el
final de algo o de alguien o simplemente
de una etapa de nuestra vida y eso me
hizo que pensar que si llega el final,
ya no hay nada que hacer; bien porque desaparece la situación , bien porque desaparecemos
de este mundo; bien porque ese alguien ya no pertenece a nuestro mundo o bien
porque que hemos llegado al final de una etapa sin retorno y lo que está claro es que en muchas
ocasiones estos destinos llegan sin
avisar.
Es cierto que la dualidad de los conceptos de causalidad y casualidad están muy
entrelazados y que en cierta forma llegamos a convencernos de que las mejores
cosas y acontecimientos llegan a nuestra
vida por casualidad, sin embargo siempre
hay una causalidad por aquello de que presuntamente cada uno tenemos un destino
y este llega sin avisar, y como siempre me sigo preguntando.
Lo que está claro es que no podemos estar todo el día preguntándonos por
qué pasan las cosas, pero sí no perder de vista el arte de la observación, que
nos permite ser racionales y vivir las situaciones, aunque muchas veces las
cosas pasen y no necesitemos saber su
causa pues no existe una respuesta
racional directa que las expliquen.
Si analizamos brevemente por
qué y para qué de cuantas cosas nos han pasado en nuestra vida sin actitud
victimista, nos daremos cuenta que la estadística media de los datos que
analizamos y manejamos, no tiene una
explicación racional, las cosas han pasado porque tenían que pasar; desde
nuestra vocación profesional, pasando por nuestra propia familia hasta llegar a
nuestra propia vida sentimental, por decir un algo del complejo mundo que tenemos
las personas.
Lo que si es cierto que no
echamos de menos o pasamos por encima aquellas cosas que nos han pasado y nos
hemos involucrado y por su falta de valor o identidad no tienen cabida en ese
inventario de acontecimientos que valoramos en función del destino que de alguna
forma toda buscamos como humanos que somos que es la eterna felicidad.
La Falta de valor no tiene
cabida en la estadística de una vida, que se hace camino al andar y en
definitiva se trata de eso de caminar, eso si siempre hacia adelante, pues lo
que está claro que el destino llega sin avisar.
Ferrán Aparicio
1 de agosto de 2015
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CASUALIDAD O CAUSALIDAD,
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DESTINO,
EQUILIBRIO,
ETAPA,
EXPERIENCIA,
FINALIZACION,
MUNDO
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viernes, 31 de julio de 2015
idealist@s: EL TERCER OJO
idealist@s: EL TERCER OJO: En ocasiones hay que desconectar para conectar con uno mismo y así es como de una forma ingenua ayer me acordé, que todos tenemos un ...
jueves, 30 de julio de 2015
idealist@s: EL TERCER OJO
idealist@s: EL TERCER OJO: En ocasiones hay que desconectar para conectar con uno mismo y así es como de una forma ingenua ayer me acordé, que todos tenemos un ...
EL TERCER OJO
En ocasiones hay que
desconectar para conectar con uno mismo y así es como de una forma ingenua ayer me acordé, que todos
tenemos un tercer ojo, el cual
utilizamos poco dentro de nuestra zona de confort.
Mucho se ha escrito y
representado en relación al concepto del tercer ojo, sin embargo lo que todo el
mundo coincide o está bastante de acuerdo, es que responde a un estado iluminado de conciencia a través
del cual se puede percibir el mundo de una forma sobrenatural incluso
anticipada, como presentimiento intuitivo de los aconteceres diarios.
Siempre se ha mimetizado el tercer
ojo como un ente visualizador de una
percepción, más allá de lo que podemos ver con nuestra vista ordinaria, sin
embargo es un ojo que nos aporta un
estado sensacional que no físico, que tiene que ver con un estado de conciencia
pleno en cuanto nuestra facultades sensoriales se refiere.
Lo que está claro es que el tercer
ojo como cualquier ente abstracto hay que cultivarlo y nos permite tener un mayor control mental, en
cuanto observaciones que nuestra mente nos revela, tanto a nivel emocional como
a nivel intuitivo, sobre el mundo que nos rodea.
La receta es tan fácil que resulta a veces increíble y se centra en
un estado de observación máxima desde el inconsciente para interpretarlo en la
vida real, siendo su lenguaje variopinto, desde los sueños a imágenes, desde
visiones a presentimientos, que aparecen
en nuestra mente y pueden darle sentido
a la percepción de un mensaje que está intentando revelarse en el mundo real donde
moramos y vivimos.
El arte de la observación
desde el pensamiento en blanco como el arte de la interpretación de los sueños
fomentan el desarrollo del tercer ojo, y son la clave de la llamada
clarividencia, sin descartar la idea de que no todas las percepciones llegan a buen
puerto y llegan materializarse, lo cual también es un arte diferenciador.
No hay que ser vidente o tener
facultades extrasensoriales para
desarrollar el arte de la observación y entender los mensajes que nos llegan a través
de ese tercer ojo. El entendimiento del lenguaje corporal, la expresión facial
o simplemente el separarnos como espectadores del momento que vivimos son un
medio para poder clarificar el significado de los acontecimientos.
Les animo a prestar atención a
sus sueños a recordarlos, a apuntarlos y a tenerlos presentes, pues de entrada
es el método más rápido para adentrase en el intuitivo mundo del tercer ojo, el
cual cuando se abre no se vuelve a cerrar, pues implica escuchar tus instintos
de una forma muy especial a modo de presentimientos que ayudan para bien y para
mal a estar alerta en la vida cotidiana.
Les animo a desbloquearse y desinhibirse
de sus pensamientos, actividades rutinarias y preocupaciones absurdas , pues en
definitiva es algo gratuito que tenemos todos los seres humanos y sólo se trata
de prepararse para tomar conciencia de la existencia del tercer ojo , pues como
en el caso de la brujas haberlas , hailas.
Ferrán Aparicio
30 de Julio de
2015
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ALUCINACION,
ATENCION,
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INSTINTOS BASICOS,
INTUICION,
MEDITACION,
OBSEVACION,
PRESENTIMIENTO,
RECREACION,
TERCER OJO
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Valencia, Valencia, España
lunes, 27 de julio de 2015
idealist@s: BOHO STYLE
idealist@s: BOHO STYLE: Dicen que nunca te acostarás sin aprehender una cosa nueva y la verdad es que es cierto, por mucho que intentes estar al día de todo l...
sábado, 25 de julio de 2015
BOHO STYLE
Dicen que
nunca te acostarás sin aprehender una cosa nueva y la verdad es que es cierto,
por mucho que intentes estar al día de todo lo que acontece siempre encuentras
algo que te sorprende, como es el caso del boho style.
El boho style
una vez puesto en materia y habiéndome informado en varios foros, desde la Wikipedia,
libre y libertaria conceptualmente, hasta en pasarelas de moda, y tendencias de
decoración, no sólo es un look o una apariencia, es un concepto de vida.
Está
aceptado el hecho de que el origen de boho, es la abreviatura de bohemio. Todos
conocemos lo que es un ser bohemio y su relación con lo hippie en su modo de expresión,
sin embargo lo hippie fue anterior al boho style, siendo el boho style el que
se apropia de la abstracción de lo hippie, esta es la lucha por la que apuestan
a un lado y a otro muchos analistas de valores y tendencias en busca de un
origen.
Algunos
autores lo sitúan en la década de 1960, sin embargo otros buscan reminiscencias
en expresiones de los locos años veinte como forma de vida, desde las pasarelas
al mundo de la decoración, pasando por un estado de vida lleno de embriaguez
colorista.
Lo que se
puede constatar como tendencia que es, independientemente de quien lo crea u
origina es que el boho style marca un espíritu libre en su expresión y está favorecido
por su común denominador de la expresión
colorista y sencilla que el estilo bohemio ha ido ejemplarizando sin esfuerzo como una tendencia e incluso como un modo de
vida, a lo largo de los años.
Aunque el
boho style en los primeros años del siglo XXI representaron un estilo definido,
lo que mucha gente está de acuerdo es que no fue un movimiento, ni una asociación
tacita a la bohemia, pues podía darse el caso de ver gente bohemia, nómada de espíritu y no
burguesa que coincidía con la expresión de la etnia gitana en cuanto a la
expresión floral de su vestimenta natural,
autóctona y hippie, desde las flores hasta sus coloridos vuelos, siendo simplemente un reflejo
de la forma de vida en si en ambos casos.
El boho
style ahora si podemos definirlo como un estilo personal con denominador común
donde la sencillez de su formas y materiales coloristas, desde la moda a la decoración,
reflejan el estilo personal de quien lo crea o lo vive.
Las modas y tendencias van y
vuelven como todo en la vida, nada es para siempre y las personas cambiamos en
el tiempo, pero lo que está claro es que el que se siente bohemio, se sentirá
en su interior siempre bohemio, independientemente de su apariencia externa,
pues lo que está claro que lo que manda es tu relación entre tu cabeza y tu corazón.
Ferrán Aparicio
25 de Julio de 2015
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MOVIMIENTO,
REVOLUCION,
TENDENCIA,
VANGUARDIA
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jueves, 23 de julio de 2015
idealist@s: AL NO TIEMPO
idealist@s: AL NO TIEMPO: Llevo una temporada que la verdad es que voy un poquito acelerado, mi mente va más rápida que mi cuerpo y sólo hace que planificar y progr...
lunes, 20 de julio de 2015
idealist@s: AL NO TIEMPO
idealist@s: AL NO TIEMPO: Llevo una temporada que la verdad es que voy un poquito acelerado, mi mente va más rápida que mi cuerpo y sólo hace que planificar y progr...
AL NO TIEMPO

Dicen que siempre hay que pensar al menos un minuto antes de empezar una acción para focalizar lo que tenemos planificado, sin embargo las prisas, la ansiedad y el querer acabar algo antes de empezarlo es un proceso muy común y cotidiano, comemos por inercia sin saborear lo que ingerimos, leemos sin profundidad lo que leemos, sin fijarnos que existen puntos, comas y párrafos que van delimitando un significado y así un sinfín de procesos que repetimos día a día de una forma rutinariamente automática.
Lo que me planteo es cuando decimos “no tengo tiempo”, no caemos en la cuenta que cuando tenemos tiempo para priorizar lo que queremos hacer con una lista de prioridades, y por lo tanto estamos errando.
Lo que me planteo es cuando decimos “no tengo tiempo”, no caemos en la cuenta que cuando tenemos tiempo para priorizar lo que queremos hacer con una lista de prioridades, y por lo tanto estamos errando.
El afirmar “no tengo tiempo”, implica un poco la relación de la acción con la apetencia, es decir no me apetece hacer nada o dejar de hacer lo que hago para realizar otra acción impuesta y no cesaría al menos en ese momento.
Lo que sí que está claro es por norma aquello que queremos, aunque sea en el tiempo tendemos a conseguirlo por nuestra perseverancia, eso sí, con objetivos alcanzables, no con objetivos irreales, si esto lo tuviéramos diariamente más claro entonces tendríamos tiempo para todo aquello que somos capaces de priorizar en el tiempo, dejando el no tiempo como algo complementario en el caso de que nos quedara algo de tiempo.
Cuando decimos que no tenemos tiempo, estamos ratificando de alguna forma, que aquello por lo que no invertimos un tiempo o en cierta forma un sacrificio, no nos apasiona o no nos interesa demasiado y que hay algo más o menos importante que nos apetece más, sin embargo en general decimos mucho y hacemos poco, para demostrarnos al menos a nosotros mismos aquello de que nos apasiona y por tanto en cierta medida nos hace felices.
En general todos tenemos más ideas y proyectos que tiempo para desarrollarlos, sin embargo pensar en el “no tiempo”, implica el priorizar aquello que es más importante aunque sea simplemente porque nos apasiona para simplemente delegar subsidiariamente en el tiempo aquello que no nos interesa o no necesitamos de una forma inmediata.
Todos tenemos algo que hacer; todos tenemos una opinión sobre la forma de hacer las cosas, a todos se nos ocurren ideas absurdas o geniales que pasarán desapercibidas si no las exponemos y nos las replanteamos en el tiempo.
Le animo a reflexionar sobre el hecho de que para que ocurran las cosas hay que hacer cosas, eso sí, con un orden y concierto, lleno de actitud y disciplina, como siempre, sin más.
Lo que sí que está claro es por norma aquello que queremos, aunque sea en el tiempo tendemos a conseguirlo por nuestra perseverancia, eso sí, con objetivos alcanzables, no con objetivos irreales, si esto lo tuviéramos diariamente más claro entonces tendríamos tiempo para todo aquello que somos capaces de priorizar en el tiempo, dejando el no tiempo como algo complementario en el caso de que nos quedara algo de tiempo.
Cuando decimos que no tenemos tiempo, estamos ratificando de alguna forma, que aquello por lo que no invertimos un tiempo o en cierta forma un sacrificio, no nos apasiona o no nos interesa demasiado y que hay algo más o menos importante que nos apetece más, sin embargo en general decimos mucho y hacemos poco, para demostrarnos al menos a nosotros mismos aquello de que nos apasiona y por tanto en cierta medida nos hace felices.
En general todos tenemos más ideas y proyectos que tiempo para desarrollarlos, sin embargo pensar en el “no tiempo”, implica el priorizar aquello que es más importante aunque sea simplemente porque nos apasiona para simplemente delegar subsidiariamente en el tiempo aquello que no nos interesa o no necesitamos de una forma inmediata.
Todos tenemos algo que hacer; todos tenemos una opinión sobre la forma de hacer las cosas, a todos se nos ocurren ideas absurdas o geniales que pasarán desapercibidas si no las exponemos y nos las replanteamos en el tiempo.
Le animo a reflexionar sobre el hecho de que para que ocurran las cosas hay que hacer cosas, eso sí, con un orden y concierto, lleno de actitud y disciplina, como siempre, sin más.
Ferrán Aparicio
20 de julio de 2015
20 de julio de 2015
miércoles, 15 de julio de 2015
idealist@s: CARACTER INNATO
idealist@s: CARACTER INNATO: Muchos profesionales están de acuerdo que hay factores básicos que definen a la persona, entre ellos el carácter, la educación y la étic...
CARACTER INNATO

Muchos
profesionales están de acuerdo que hay factores básicos que definen a la persona,
entre ellos el carácter, la educación y la ética personal.
Podrían haber muchas más
combinaciones como cócteles hay en cualquier bar de moda, pero lo que no resulta discutible y es que es un factor
común el hecho de que todos nacemos con un tipo de temperamento concreto.
Nuestro carácter innato, forma
parte de nuestra personalidad, es innato per sé, en cierta forma es heredado
salvo error o excepción por cuestiones de ADN
y en general por mucho que nos empeñemos, poco variable.
La diferencia entre carácter y
temperamento redunda en que el temperamento es adquirido y en cierta forma
sometido a la educación y el aprendizaje, por lo que en función de nuestros
mentores podemos llegar a variarlo en el tiempo según el objetivo que
pretendamos.
Lo que es cierto es que
naciendo con una mente vacía pero llena de ilusión, el carácter innato a lo
largo de la vida se va forjando en función del vínculo que tengamos con la adversidad,
pues es bien cierto que las adversidades nos hacen más fuertes fomentando y
marcando el carácter con el que hemos nacido.
Aunque no es una experiencia agradable
convivir con la adversidad, es bien cierto que un carácter maduro y pragmático sólo es
posible construirlo a base de adversidades y sobre todo aceptando que la vida
misma está llena de ellas y el que no haya
comulgado con ruedas de molinos que tire la primera piedra.
Es bien cierto que cuando a
todo el mundo se nos presenta un problema, lo inadecuado es mirar a otro lado,
actitud de moda en nuestra sociedad, pues la adversidad convive con nosotros
hasta que racionalizamos el hecho de enfrentarnos a ella o abortarla como irresoluble.
La incomodidad de forjar un carácter pasa por
plantearte que los problemas los vas a tener si o si, y es entonces cuando
tienes que plantearte que o los vences o te vencen y es así como se va forjando
ese carácter innato con el que de alguna forma nacimos derivando a nuestra
propia personalidad.
Sin embargo y con los tiempos
que corren, no nos queda otra que luchar contra la adversidad pero de una forma
diligente sabiendo que lo que más nos va equilibrar emocionalmente es saber lo que somos capaces de conseguir con
nuestra consciencia y entrenamiento que lo que innatamente hemos nacido.
El carácter innato y forjado
demuestra que somos capaces de aguantar las situaciones que no controlamos pero
la perseverancia en el camino es lo que nos permite aprehender, aguantar y
resistir porque en definitiva el que resiste gana, con lo que les animo a planteárselo
pues es más llevadero cuando menos años se tiene.
Ferrán Aparicio
15 de julio de 2015
lunes, 13 de julio de 2015
idealist@s: MOVIMIENTO DISCONTINUO
idealist@s: MOVIMIENTO DISCONTINUO: El otro día me dio por intentar ejercer eso que se tilda de meditación, es decir más o menos todos sabemos que es meditar y sólo se tra...
viernes, 10 de julio de 2015
idealist@s: MOVIMIENTO DISCONTINUO
idealist@s: MOVIMIENTO DISCONTINUO: El otro día me dio por intentar ejercer eso que se tilda de meditación, es decir más o menos todos sabemos que es meditar y sólo se tra...
MOVIMIENTO DISCONTINUO
El otro día me dio por intentar ejercer eso que se tilda de meditación, es decir más o menos todos sabemos que es meditar y sólo se trata de partir de un punto de tranquilidad en el que el pensamiento está en blanco o no existe, sin embargo me di cuenta que todo se movía a mi alrededor.
Es evidente que poco medité en el sentido zen del concepto, pero si me di cuenta en un pequeño detalle y es que pocas cosas perduran en el tiempo y que poco tiempo perduran algunas cosas, es decir la inmediatez o la descomposición como concepto general se apodera de las cosas, las situaciones, los objetivos y estrategias y todo ello y mucho más, dentro de un dinamismo formalmente contado por segundo minutos, horas, días, semanas incluso meses,…, por no decir años.
Es bien cierto que la sociedad actual es una sociedad dinámica donde todo anda hacia adelante, lo que acentúa de una manera, la impaciencia frente al devenir natural de las cosas.
Hoy en día gracias a los medios de comunicación, las redes sociales y internet, somos capaces de obtener, componer y ejercitar acciones prácticamente en segundos desde comprar un billete de avión hasta generar una empresa por decir un algo.
Es por ello que cuando caes en la cuenta que tienes un límite infinito de posibilidades y solo se trata de parar para pensar en la serenidad como objetivo a alcanzar frente a las situaciones estresantes, te das cuenta del concepto de movimiento discontinuo.
Es cierto que muchos humanos tenemos múltiples inquietudes y que nuestra cabeza funciona mucho más rápido que nuestro cuerpo, pero también es cierto que este estado de aceleración, no puede llevar a nada bueno pues se pierden muchos detalles en el camino.
La serenidad como concepto es un placer en sí mismo, hablar de lo sereno es hablar de la tranquilidad del estado de plenitud y bienestar en el que la mente se adapta al cuerpo y al ritmo y bioritmo para llevar las cosas de una forma coherente dentro de la racionalidad.
La serenidad dicen los especialistas que es el estado de ánimo que permite regular correctamente la emocionalidad no placentera, enriqueciendo la consciencia y el dominio del ser y su estado de ánimo, pues incluso en las situaciones más desfavorables degenera el sano optimismo que permite centrarse en las oportunidades de la vida, independientemente de las propias limitaciones tanto personales como circunstanciales.
Desde ese estado minimalista que uno anhela cuando las canas empiezan a aflorar, donde todo se reduce a la esencia de las cosas que merecen la pena hablar, sentir incluso vivir, la serenidad permite poner foco en lo que realmente es importante desprendiendo lo innecesario aunque realmente sea más atractivo y acogiéndose a lo perdurable como base de algo que realmente nos importa.
Es cierto que a pesar que la vida es un movimiento continuo, nuestro estado emocional goza de un movimiento discontinuo en el que como en muchos motores determinadas piezas ralentizan el correcto funcionamiento de nuestra vida, es por ello que el papel de la tranquilidad y serenidad es el que nos ayuda aún avanzando de un modo más suave que no lento; pues no es la rapidez la virtud para encontrar el fracaso, la que nos ayuda a cambiar el concepto de intensidad por conexión.
Todos y digo todos gozamos de unos miedos que nos impiden movernos con libertad, sin embargo la intensidad del hacer por hacer y de experimentar sin argumento llega a demostrar que nuestras vida están llenas de dosis de miedos y contrariedades que producen ese movimiento discontinuo que nos desconecta con nuestro correcto movimiento.
También es cierto que no sólo se trata de moverse, desde la quietud también se ejerce el alma y no por movernos y experimentar aprehendemos, sino todo lo contrario sólo lo hacemos cuando ponemos consciencia de ello.
Todos sabemos bien por nuestra experiencia bien por anécdotas de la gente que nos rodea que es mejor experimentar adecuadamente que experimentar mucho si se hace de manera inconsciente.
Sin embargo de todos es conocido y sabido que las personas que mejor muestran su serenidad no siempre son las mejores valoradas o entendidas.
En cualquier caso se puede aceptar que la vida es un conjunto de movimientos continuos y discontinuos, que la velocidad de la vida no siempre es la misma, pero lo que yo al menos he empezado a comprender es que se puede resaltar muchas virtudes deseables en la vida de una persona, pero por encima de todas destaca la serenidad, pues aun rodeados de incertidumbre, complejidad, volatilidad y ambigüedad, es la tuerta en el país de los ciegos.
Ferrán Aparicio
10 de Julio de 2015
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VOLATILIDAD
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lunes, 6 de julio de 2015
idealist@s: PERDONA ATU PUEBLO,SEÑOR
idealist@s: PERDONA ATU PUEBLO,SEÑOR: Siempre hemos oído hablar de aquello de que perdono pero no olvido, o todo su contrario , …, olvido pero no perdono , pero realmente ...
domingo, 5 de julio de 2015
PERDONA ATU PUEBLO,SEÑOR
Siempre hemos oído hablar de aquello de que perdono pero no olvido, o todo su contrario , …, olvido pero no perdono , pero realmente nos hemos cuestionado que es el perdón, me pregunto.
Perdón, es según la Wikipedia, la acción por la que una persona que estima haber sufrido una ofensa decide no tener resentimiento de modo que las relaciones entre el ofensor y el ofendido no queden afectadas o en su caso queden menos afectadas. Pero la verdad es que no me convence mucho el hecho de que una persona se sienta ofendida por la actitud de otra , salvo que por error o excepción haya una amenaza directa.
En general la vara de medir cada uno la tenemos de un color y una longitud gracias a Dios o por la gracia de Dios, es por esto que lo que otras personas considerarían una ofensa para mi puede no ser más que un desafortunado comentario o acción aislada.
También hablando muy por encima, el perdón no beneficia a nadie, pues el ofendido que no manifiesta su resentimiento no comunica al ofensor, su sentimiento no es conocedor de dolo o culpa que le acontece y así con todas las interrelaciones que pueden ocurrir.
En cualquier caso lo que es evidente que para pedir perdón tenemos que ser conscientes de que hemos ofendido y en su caso que el perjudicado de la ofensa se sienta ofendido, lo cual muchas veces no lo sabe ni el mismo, ni nosotros por ignorancia, acción u omisión.
El problema del perdón radica en cuanto las dos partes son conscientes y conocedoras y no son capaces de llegar a un punto intermedio bien por orgullo o simplemente por convicción de argumentos.
Lo que es evidentemente claro es que perdonar no es otorgar clemencia, pues en este caso no trascenderíamos la pena que llevamos dentro tanto como ofensores como ofendidos.
Al final de todo, uno llega a la conclusión que pedir perdón es un sentimiento egoísta de liberación de culpa, por el que ni la persona ofendida o muy ofendida alcanza el poder de la negociación de éxito o batalla ganada y la que ha ofendido no se libera totalmente de la sensación de haber actuado según sus principios generales.
Lo que está clarísimo y no es discutible o al menos eso a mí me parece, es que perdonar sea renunciar a tus derechos, ni negociar nuestros principios y valores que nos definen, pues supondría el principio de una sociedad sin endosicrasia, lo cual nos llevaría a ser una sociedad individual enfrentada por el principio del rencor y resentimiento.
En definitiva lo que es más común por humano que somos, es el hecho de buscar la tranquilidad del alma, es decir saber cuándo y cómo tenemos que utilizar el perdón, tanto como ofensores como ofendidos, y desde el egoísmo tener una mente más amplia para reconocer hasta dónde puede llegar la ofensa del que la pretende y plantearnos siempre la postura en contrario para reconocer la intencionalidad de los acontecimientos, por que como dice el dicho: líbrame señor de mis enemigos que de mis malos amigos ya lo hago yo, eso si como siempre, perdonándolos.
Ferrán Aparicio
Perdón, es según la Wikipedia, la acción por la que una persona que estima haber sufrido una ofensa decide no tener resentimiento de modo que las relaciones entre el ofensor y el ofendido no queden afectadas o en su caso queden menos afectadas. Pero la verdad es que no me convence mucho el hecho de que una persona se sienta ofendida por la actitud de otra , salvo que por error o excepción haya una amenaza directa.
En general la vara de medir cada uno la tenemos de un color y una longitud gracias a Dios o por la gracia de Dios, es por esto que lo que otras personas considerarían una ofensa para mi puede no ser más que un desafortunado comentario o acción aislada.
También hablando muy por encima, el perdón no beneficia a nadie, pues el ofendido que no manifiesta su resentimiento no comunica al ofensor, su sentimiento no es conocedor de dolo o culpa que le acontece y así con todas las interrelaciones que pueden ocurrir.
En cualquier caso lo que es evidente que para pedir perdón tenemos que ser conscientes de que hemos ofendido y en su caso que el perjudicado de la ofensa se sienta ofendido, lo cual muchas veces no lo sabe ni el mismo, ni nosotros por ignorancia, acción u omisión.
El problema del perdón radica en cuanto las dos partes son conscientes y conocedoras y no son capaces de llegar a un punto intermedio bien por orgullo o simplemente por convicción de argumentos.
Lo que es evidentemente claro es que perdonar no es otorgar clemencia, pues en este caso no trascenderíamos la pena que llevamos dentro tanto como ofensores como ofendidos.
Al final de todo, uno llega a la conclusión que pedir perdón es un sentimiento egoísta de liberación de culpa, por el que ni la persona ofendida o muy ofendida alcanza el poder de la negociación de éxito o batalla ganada y la que ha ofendido no se libera totalmente de la sensación de haber actuado según sus principios generales.
Lo que está clarísimo y no es discutible o al menos eso a mí me parece, es que perdonar sea renunciar a tus derechos, ni negociar nuestros principios y valores que nos definen, pues supondría el principio de una sociedad sin endosicrasia, lo cual nos llevaría a ser una sociedad individual enfrentada por el principio del rencor y resentimiento.
En definitiva lo que es más común por humano que somos, es el hecho de buscar la tranquilidad del alma, es decir saber cuándo y cómo tenemos que utilizar el perdón, tanto como ofensores como ofendidos, y desde el egoísmo tener una mente más amplia para reconocer hasta dónde puede llegar la ofensa del que la pretende y plantearnos siempre la postura en contrario para reconocer la intencionalidad de los acontecimientos, por que como dice el dicho: líbrame señor de mis enemigos que de mis malos amigos ya lo hago yo, eso si como siempre, perdonándolos.
Ferrán Aparicio
5 de Julio de 2015
miércoles, 1 de julio de 2015
idealist@s: AMARGURA VITAL
idealist@s: AMARGURA VITAL: Es cierto y reiterándome en mis últimos posts, que todo el mundo tiene derecho a ser feliz, pero también es cierto y pensando versus en co...
AMARGURA VITAL

Es cierto y reiterándome en mis últimos posts, que todo el mundo tiene derecho a ser feliz, pero también es cierto y pensando versus en contrario que tenemos derecho a no amargarnos vitalmente, pues la amargura como algo no agradable, no lo es para la persona que la vive, sino que resulta contagiosa a todo con el que con ella convive por la toxicidad que produce.
Es por ello que uno de los
objetivos más claros que podemos tener es ser conscientes en que tenemos
derecho a darle el grado de
intensidad a la felicidad que nos
planteamos como objetivo, pero no tenemos ningún derecho a amargar al círculo
vital en el que convivimos como elemento contaminante.
Hasta aquí puede que todo el
mundo lo tenga más o menos claro y estemos todos más o menos de acuerdo, lo que
no podemos ni debemos estar de acuerdo es en la vanidad del arte de amargarse
la vida.
No vale en cualquier caso identificar
la amargura y toxicidad que desprendemos con la identificación del hecho que somos así naturalmente y no podemos
cambiar, porque comprendido esto, sólo en el cambio está nuestra oportunidad de
ser feliz, lo que en cualquier caso repercutiría en tu propia culpa el hecho de
no serlo.
Pero el problema de fondo
es cuando la amargura vital se corresponde
con ese tipo de personas que sienten demasiado todo, que padecen demasiado, que
se preocupan en demasía y eso les lleva a
dramatizar una vida gratuita de elección sin necesidad de sentir ni padecer y de no plantearse su
propia felicidad.
No se trata de dramatizar,
sino simplemente de entrar en un proceso de consciencia de lo que significa el
concepto y la esencia de las personas y las cosas, porque no es lo mismo el
sentimiento de frio, que la ausencia de calor o la oscuridad frente a la
ausencia de luz, solo en el planteamiento demostramos que con o sin condiciones
y con una mentalidad más amplia somos capaces de resolver las situación y es para vivir de la mejor manera posible,
felices en el tiempo y en el momento.
Tampoco todo el mundo tiene
las mismas necesidades ni prioridades en su vida para ser feliz, desde el último modelo de Dior, hasta la última versión
de un coche de alta gama, es por lo importante de que cada uno tiene que
centrarse en aquello, que realmente le hace sentirse bien y darle el giro a la ausencia
como defecto de existencia.
En esa nueva etapa donde nos
encontramos muchas personas, bien por edad, bien por convencimiento; la creencia racional de que no necesitamos
nada o por lo menos muy poco, es más evidente para estar bien y sentirnos
mejor, pues lo que en caso contrario lo
que hacemos es convertir nuestros deseos en necesidades.
La amargura vital como
concepto virtual es simplemente reconocer que todas aquellas situaciones contrarias de nuestra vida se
pueden ir neutralizando simplemente con el hecho de utilizar el recurso oportuno,
aunque sólo sea con humor positivo.
Ferrán
Aparicio
1 de julio de 2015
.
martes, 30 de junio de 2015
idealist@s: COMPARTIR TAMBIEN ES VIVIR
idealist@s: COMPARTIR TAMBIEN ES VIVIR: No sé si porque los últimos acontecimientos de ver tanta gente angustiada y dolorida, rezando con otros ritos y otras religiones y ante ...
idealist@s: COMPARTIR TAMBIEN ES VIVIR
idealist@s: COMPARTIR TAMBIEN ES VIVIR: No sé si porque los últimos acontecimientos de ver tanta gente angustiada y dolorida, rezando con otros ritos y otras religiones y ante ...
COMPARTIR TAMBIEN ES VIVIR
No sé
si porque los últimos acontecimientos de ver tanta gente angustiada y dolorida,
rezando con otros ritos y otras religiones y ante una catástrofe como ha sido
el terremoto de Nepal, se me ha removido la conciencia en el sentido de que
compartir es vivir.
No podemos ya como en otras
ocasiones mirar hacia otro lado y si la muerte llamara a nuestra puerta pedirle
una tregua, en cuanto que aún nos quedan cosas que hacer y no hemos hecho
postergando la oportunidad que la vida nos da a diario y sobretodo compartir que al fin y al cabo no
es nada más que vivir.
Cuando uno va cumpliendo años
y van surgiendo las primeras canas te das cuenta que ya has hecho muchas cosas,
que has investigado, vivido e incluso
avanzado en campos que nunca hubieses imaginado, unos por casualidad
otros por voluntad propia, por curiosidad o porque se te han puesto en medio de
tu camino y es entonces donde de una forma inconsciente empiezas a buscar otro
sentido a tu vida, ese sentido no vanal donde lo relativo se acerca por difícil
que parezca a lo absoluto y donde lo importante ya no eres tu ni tus
circunstancias, sino lo que te rodea, pues te das cuenta que aparecer o desaparecer es algo tan relativo
como comprender que nacemos para morir y esto es un pasar al cual le tenemos
que dar el máximo sentido.
La dicotomía emocional surge
cuando te planteas que tener una vida con cierto sentido y ser felices pueden
ser aspectos no muy compatibles por el
estilo de vida que llevamos en general muchas personas.
Es bien cierto que muchas
etapas de nuestra vida nos la hemos pasado montando un presente y un futuro,
solo en el punto de unión de todos los tiempos pasado , presente y futuro, sea quizás la
forma de empezar a interpretar que compartir es vivir.
Para algunos no es más fácil dar
que recibir, sin embargo sólo si le damos sentido a esa acción es cuando nos
sentimos plenamente pletóricos.
Cuando uno llega a un punto
que con lo que tiene le es suficiente y
en cierta forma, aún es capaz de compartir lo que le sobra o lo que no le sobra
tanto pero no necesita, es cuando reconocemos un cambio de conducta pro social
que nos acerca a una sensación de felicidad.
Yo reconozco que compro ya
bastante poco y consumo mucho menos, pues
es obvio que no siento la necesidad, pero sin embargo estoy reflexionando
en voz alta, el hecho de que para que una vida tenga sentido no hay que hacer grandes cosas sino practicar el agradecimiento
por lo que tenemos y no nos falta, pues esa forma de ver la vida y compartirla
con los demás es lo que nos empatiza con
la sociedad con la que vivimos , aunque sólo por aquello de que compartir
también es vivir.
Ferrán
Aparicio
30 de junio de 2015jueves, 25 de junio de 2015
idealist@s: GENERANDO EXPECTATIVAS
idealist@s: GENERANDO EXPECTATIVAS: Hace menos de un mes hemos asistido al circo mediático en el que todos los personajes que lo componen se sienten ganadores, desde los vi...
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