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sábado, 20 de octubre de 2018

ERRORES VITALES


Llevo tiempo reverberando sucesos que han ocurrido en mi vida y que han constituido ciertos errores , bien por la inexperiencia vital , bien por no haber acertado en el camino a seguir, pero lo que bien es cierto que como se dice en el lenguaje popular “nada cae en saco roto”.

La experiencia es un grado pero cuando lo piensas fríamente aprendemos de los errores , caemos y nos volvemos a levantar , cambiamos de camino de dirección, pero también tenemos que asumir el coste de nuestras decisiones y errores.

La cuestión es que todos cometemos errores vitales, en cada etapa de la vida , infancia , adolescencia pubertad , juventud, madurez y tercera edad, tiene sus connotaciones erróneas, lo que es también cierto si lo pensamos fríamente es que seguimos aprendiendo de nuestros errores vitales y recomponiéndonos , por mal que nos siente, independientemente del coste que nos produce el error cometido.

El cometer un error es un cometido humano por excelencia , pues todos lo hacemos y no voluntariamente, el problema surge cuando no aprehendemos del error y no lo transformamos en experiencia como situación vivida y reconocida.

Por otra parte nos encontramos con nosotros mismos ante el error , unas veces lo admitimos y otras veces lo obviamos, permaneciendo en una situación que reconocemos pero aceptamos, desgastándonos inútilmente y perdiendo el tiempo en algo que nop nos aporta nada más que frustraciones innecesarias , es el error repetido simultáneamente en el proceso vital.

En nuestra perseverancia por sobrevivir debemos reconocer que lo perdido,.., perdido está y cuanto antes lo asumamos, antes saldremos de ese círculo que enmarca un vacío que no nos deja evolucionar.

Es común cometer errores vitales , cuando nos engañamos a nosotros mismos crean do una realidad inexistente o simplemente una situación ideal que carece de fundamento, la mente nos hace ver y ceer en cosas que no se sostienen por si mismo desde el amor al trabajo , podemos creer que nos gusta y realmente es la rutina la que cvrea costumbre y nos habitua a pensar lo satifechos que nos encontramos sin reconocer que , en el fondo es todo lo contrario.

Por otra parte si somos pragmáticos y racionales y valoramos el error  en relación al factor tiempo, si somos realistas y contabilizamos, perdemos mucho tiempo de nuestras vidas , en cometer errores que no nos aportan nada  y nos hacen dejar de vivir otras situaciones más efectivas , incluso placenteras , siendo victimnas de nuestro conformismo vital creado por la rutina y la costumbre.

Al final de todo solo se trata de tomar decisiones  y aprender de los errores , pues
haber tomado una decisión errónea no es tan grave como pueda parecer, son las  consecuencias la que al final nos hacen salir del círculo del error cometido, sin vuelta atrás y como siempre ,.., sin más.

                                                           Ferrán Aparicio
                                                    20 de octubre de 2018

lunes, 15 de octubre de 2018

idealist@s: PAISES IMAGINARIOS

idealist@s: PAISES IMAGINARIOS: Antes de empezar un viaje maravilloso dentro de muy poco, solo me queda que expresar desde el corazón aquello que decía mi querido amigo,...

PAISES IMAGINARIOS

Antes de empezar un viaje maravilloso dentro de muy poco, solo me queda que expresar desde el corazón aquello que decía mi querido amigo, tocayo y admirado Fernando Pessoa: "La vida es lo que hacemos de ella. Los viajes son los viajeros. Lo que vemos no es lo que vemos, sino lo que somos."

Y es que todas las ciudades hermosas deberían tener una ruta ideal para llegar a ellas. Como decía también mi otro amigo imaginario, Italo Calvino en  su libro las ciudades invisibles (Le città invisibili), los viajes son una experiencia para llegar a las ciudades  donde  debería existir una puerta de entrada que dirigiera al viajero hacia el lugar donde posar sus ojos por primera vez. A partir de ahí, el extranjero podría ser libre y sumergirse en las calles, en las atmósferas, en las sombras y en los recovecos encontrados por azar.

De esa forma nuestro viaje podría ser fundado en un recuerdo: el del asombro de aquella primera vez, de aquello que desconocía y de una forma mágica  apareció en su presencia. La verdad que ya no es así , si bien se asemeja bastante. Hoy en dia tenemos la posibilidad de adentrarnos en nuestros destinos  a través de los medios de información telemática e informática, pero lo que no podemos sentir, es aquello que no vemos, tocamos o experimentamos a través de nuestros cinco sentidos.

Por desgracia, las ciudades modernas se atomizan y ya no queda una única ruta, ni una única puerta, ni un guardián a la entrada que nos guíe. Quedan estaciones, aeropuertos, carreteras... todas iguales en cualquier parte del mundo. Todas diseñadas por el mismo burócrata pragmático y sin alma. Son rutas que nos llevan directamente hasta el hotel donde hemos hecho la reserva y no al corazón de la ciudad. Rutas inhumanas. Pero podemos seguir siendo libres para soñar, para arrojar nuestras maletas encima de la cama y lanzarnos a la calle a encontrar ese lugar que la leyenda dice que nos está esperando. Para perdernos, preguntar y sentir miedo y excitación ante lo desconocido.

Para terminar viendo la ciudad con la mirada virgen de la niñez, y las personas que han viajado conmigo lo pueden corroborar, llega un momento donde te desinhibes de lo circunstancial, solo tienes hambre de ver y experimentarlo todo, sin miedos ni precauciones.

 Al final da igual donde viajes, pues todas las ciudades son invisibles y son el reflejo de ti mismo en el entorno donde te encuentras, todas las ciudades siguen creciendo y expandiendo en torres imponentes y centros comerciales entre los cuales siempre hay pasadizos que surcan la ciudad, la ciudad invisible,  la persona, el personaje  que lleva dentro, al viajero y al que viaja.

Todos los destinos son ciudadesla ciudad de lo grande y lo pequeño, de lo épico y lo íntimo... y además, la ciudad de la noche, la más bella del mundo cuando se marcha el sol, son ciudades invisibles donde no se encuentran ciudades reconocibles.

Pero al final de un viaje, lo que queda  es la mezcla de lo moderno y lo tradicional, aquello que hace que el manido cliché de ciudad real o imaginaria, sea el punto de encuentro entre Occidente y Oriente y  sea una acertada manera de describir la ciudad en pocas palabras, simplemente a través de un viaje, el viaje de tu existencia.
Ferrán Aparicio

15 de Octubre de 2018

jueves, 11 de octubre de 2018

idealist@s: AQUIETANDO EL RITMO

idealist@s: AQUIETANDO EL RITMO: Hay días que sin saber por qué o por qué no, uno aquieta su vida y reflexiona sobre todo lo que sucede a su alrededor y muy comúnmente cu...

miércoles, 10 de octubre de 2018

AQUIETANDO EL RITMO

Hay días que sin saber por qué o por qué no, uno aquieta su vida y reflexiona sobre todo lo que sucede a su alrededor y muy comúnmente cuando llega la noticia de la muerte de alguien cercano, que queremos o simplemente ha formado parte de nuestra vida.

Es bien cierto que la vida se compone de  horas, momentos, días, etapas,…, incluso años, pero lo que también es cierto que como en la vida misma estamos obligados a hacer más cosas con menos recursos, resulta  necesario aquietar que no parar el ritmo bien voluntariamente o bien circunstancialmente, pues al final te das cuenta que sólo se trata de enfocarse en las cosas más importantes en lugar de pasar el día apagando fuegos, por decir un algo.

Todos los humanos por definición queremos sacarle el mayor jugo a la vida y ser efectivos en aquello que nos interesa, pero sin embargo nuestros hábitos productivos están desenfocando la visión hacia el camino que realmente queremos coger, si es que en algún caso o momento, conocemos la dirección perfecta para llegar a la esencia de lo queremos o al menos deseamos.

Al final de pensar en blanco durante un buen rato, llegas a la conclusión de que la clave está en organizar tu vida y la información que llega a tu vida de una forma más sencilla y de una forma más eficaz, en categorías apropiadas basada en cómo hay que accederla.

Dicen la gente hábil y práctica, que se trabaja la mitad con un trabajo ordenado, si lo proyectamos al conjunto de factores que integran nuestra vida, quizá y sólo quizá, la clave esté en crear el hábito de mantener tu vida organizada.

Tener una rutina que te permite empezar cada día con un plan sencillo y alcanzable y tener claro a donde nos lleva sea una de las pautas básicas no solo emocionalmente de sentirnos mejor sino de estar más satisfechos con el paso del tiempo.

La clarividencia de saber organizar y priorizar cuales son los aspectos más necesarios en cada momento y su escala de valores en cuanto a conseguir nuestros objetivos a corto y largo plazo, resulta una técnica infalible y ágil para avanzar cada día.

No sólo se trata de salir de la zona de confort pues al fin y al cabo si nos va bien no hay por qué cambiarla, sino de analizar si en esa zona estamos realmente plenamente felices.

La inconformidad es un acto de rebelión contra nosotros mismos y la finalidad un reto que nos mueve a otra zona que nos pueda mejorar el sentimiento de bienestar, por lo que te animo a aquietar el ritmo, a dedicar al menos unos minutos a pensar qué estamos haciendo y qué hacer con nuestras vidas , para salir de esas zonas improductivas no en el sentido económico de la palabra sino más bien emocionalmente, pues no hay mayor satisfacción de estar peleando al levantarme cada día por algo bueno y para mí , y se lo digo porque hoy es mi cumpleaños y este es mi auto regalo.

Ferrán Aparicio
10 de Octubre de 2018




viernes, 5 de octubre de 2018

idealist@s: PERDER TAMBIEN ES VIVIR

idealist@s: PERDER TAMBIEN ES VIVIR: Hace años leí un artículo de F. Sabater que se titulaba Perder. Si bien la memoria es caprichosa, el autor hablaba d como con el paso del...

PERDER TAMBIEN ES VIVIR

Hace años leí un artículo de F. Sabater que se titulaba Perder. Si bien la memoria es caprichosa, el autor hablaba d como con el paso del tiempo todos vamos perdiendo. Perder es parte de la vida como ser y estar, pensar y sentir o simplemente comer o beber.

Perdidas muertes o distancias en el tiempo de amigos, amores y seres queridos. Vuelos muy queridos y también desconocidos. Proyectos y realidades que se esfumaron dejándonos dentro un paso que tuvimos que  entender con el paso de los años.

Todas las perdidas traen cierto dolor, vacios, miedos y sufrimentos,…, porque solo se siente así cuando lo perdido es algo o alquien profundamente valioso para cada uno de nosotros.

Cabría ahora aquí unos cuantos sinónimos de perder: dejar, descuidar, desperdiciar, extraviar, malgastar, olvidar… Resultan obvias connotaciones negativas de toda la lista. Se entendería que uno ha tenido que ver con esa pérdida, de la que debería hacerse responsable y más en el sentido judeocristiano de la culpabilidad. A mi modesto entender esta es la causa más probable del sufrimiento y quizás del enganche más insano al drama y a la negatividad. Es uno de nuestros mayores engaños: hacemos responsables de asuntos que más tienen que ver con las circunstancias , que son cambiantes, las fronteras y los limites ,.., que con nuestras acciones  y responsabilidades , que en definitiva son circunstancias , hechos y razones que no dependen siempre de nosotros mismos.

Todos y digo todos,  a lo largo de nuestras vidas perdemos. Hay que decirlo así y aceptarlo como siempre sin más. Forma parte de la vida  humana. También el dolor, el vacio, el miedo y el proceso hasta asimilarlo. Es así de sencillo.

Como pragmático de la vida que me considero, se aprehende más del éxito que del fracaso, porque este te dice una forma correcta de cómo llegar a donde quieres ir , cuando sabes realmente que es lo que quieres y donde te diriges. El fracaso por otro lado sólo te dice una forma de no llegar y cuando hay varias acciones y opciones, no se sabe cuál es la correcta.

Hemos visto y vivido el éxito y como nos emborrachaba hasta vivir en una nube todo el tiempo. También hemos visto y conocido el fracaso de cerca y como éste nos arrastraba por el fango hasta despellejar lo vivo.

Quizás  y solo quizás, la receta radique en la experiencia y en la acción, dentro de un protagonismo ineludible, siendo conscientes que la dificultad radica en el riesgo que entraña estar en crecimiento evolutivo y en movimiento constante. 

No es lo mismo aprender a través de treinta años de experiencia que de un año repetido treinta veces, que decía un proverbio chino, pues las metas y los riesgos son la sal de la vida y solo son evitables desde la apatía existencial. Al final como decía el poeta…” sufrir también es vivir. Perder y sufrir también es vivir, pues como el equilibrio estable es tan desproporcionado como el equilibrio inestable, pues  en el fondo todos vivimos sabiendo que perder también es vivir.     

Ferrán Aparicio
5 de Octubre de 2018

lunes, 1 de octubre de 2018

idealist@s: IMAGING PEOPLE

idealist@s: IMAGING PEOPLE: Me  resuena imaging people como esa  canción de John Lennon y Yoko Ono, y es que nos pasamos la vida imaginando, como algo que nos caract...

IMAGING PEOPLE

Me resuena imaging people como esa  canción de John Lennon y Yoko Ono, y es que nos pasamos la vida imaginando, como algo que nos caracteriza como esa forma de focalizar al deseado o anhelado o simplemente creándonos expectativas  de sueños como motor de la dinámica de la pasión por la vida.

Hemos oído siempre que el elemento y la pasión son dos motores fundamentales en el desarrollo de una vida plena, pero también es bien cierto que vivimos en el imperio de lo mental, de las experiencias pensadas y no vividas, bien porque nunca nos atrevimos a vivirlas, bien por miedos o simplemente porque las circunstancias no fueron propicias para ejecutarlas y las derivamos en el tiempo.

Lo racional está tan sobrevalorado que creemos a menudo que pensar las cosas equivale a hacerlas y experimentarlas, pero con la perspectiva del tiempo nos damos cuenta , que nos estamos auto engañando y que esto no es realmente cierto, pues nada ni  nadie sustituye a la experiencia de lo vivido, y tanto positivamente como negativamente. 

También es cierto de la conveniencia de la observancia como fenómeno, cuando nos relacionamos de una forma sincera aprehendemos  de situaciones que nos cuentan los demás,  tanto como una alerta ante lo negativo, como un aprendizaje en lo positivo , pero no trasciende a una información racional que no puede ser sustituida por  la experiencia sino como un acto complementario a la formación de una opinión racional.

Aunque creemos conocernos o al menos insertarlo, la pura verdad es que no podemos imaginarnos como nos sentiremos ante una situación, es por ello que cuando vivimos aquellas situaciones que hemos imaginado no resultan tan espectaculares como nuestras  expectativas habían previsto, y es que por tendencia natural el ser humano tiende a sobreestimar aquellas situaciones que hemos soñado o deseado. En semsun contrario también muchas veces y en sesgo a lo positivo, lo que hemos deseado para una situación futura es mucho  mayor  a nuestra imaginación.

En esta controversia se  sitúa nuestra capacidad para decidir y en caso contrario dejar que nuestra intuición como acto procedente del inconsciente nos derive a tomar decisiones sin juicios racionales añadidos.

Esa decisión procedente de la intuición y de la sincronicidad es la que muchas veces la vida nos lleva a mejor puerto, o al menos a puertos que no habíamos  pensado alcanzar, lo cual no es cuestión baladí, pues dejando la racionalidad, la creatividad del momento es vivida con los cinco sentidos.

Les animo como siempre a utilizar el imaging people como herramienta parar vivir más experiencias, no el sentido de pensarlas sino también en vivirlas, pues es la única forma de ir encaminando en el encuentro del elemento o pasión, como motores de la vida.

Ferrán Aparicio
1 de octubre de 2018

viernes, 28 de septiembre de 2018

idealist@s: MODA Y MODISMO

idealist@s: MODA Y MODISMO: Mucho se ha hablado y se sigue hablando en especial en los medios de comunicación, sus videos típicos y mensajes tipo, sobre la zona de con...

MODA Y MODISMO

Mucho se ha hablado y se sigue hablando en especial en los medios de comunicación, sus videos típicos y mensajes tipo, sobre la zona de confort y es que las modas y modismos existen y existirán siempre. El problema surge cuando una vez saturado sobre la expresión empiezas a psico analizarla y llegas a tus propias conclusiones, como es mi caso.

La Wikipedia,  que hoy en día resulta como un diccionario virtual abierto a dar mucha y variada  información, la cual hay que en cierta forma filtrar, pues el problema de la información que obtienes no implica su absoluta veracidad, define la zona de confort a cada uno de los lugares y situaciones donde nos sentimos seguros, y donde no existe riesgo alguno, y nuestra mente los interpreta como potencialmente de bajo riesgo, lo cual causa una dependencia a ciertos lugares y no nos permite conocer otros escenarios productivos para la vida.

Como definición parece acertada, el problema es la interpretación individual que cada uno hace de esta definición por que como moda o modismo, cada uno, lo hace propia en su propio ámbito y con su propio estilo, pues todos ya hemos oído alguna vez que estilo es esa forma lógica y personal de hacer las cosas.

De forma contraria, hay autores que definen la zona de confort como un estado mental que no permite el crecimiento personal y que aun estando bien posicionado en esa zona no puedes seguir creciendo, pues no necesitas esforzarte, motivarte o aprender o simplemente arriesgarte para seguir viviendo cómodamente.

Como casi siempre, yo creo que en el medio está la virtud, porque a nadie le amarga un dulce y no es necesario sufrir por necesidad de un liderazgo innecesario, cuando uno está a gusto en la zona que se ha creado el mismo, a efectos de dotar de cierta comodidad circunstancial a su vida. 

Así mismo me pregunto si resulta conveniente y necesario el vivir con una ansiedad vital de tener presuntamente para crecer como persona el obligarnos a mal vivir de una forma innecesaria.

Las modas y modismo son útiles en cuanto nos abren un abanico de posibilidades, pero somos nosotros los que tenemos que elegir que palo nos apetece utilizar pues al fin y al cabo somos  víctimas de nuestras propias decisiones, para bien y para mal.

De una manera o de otra todos vamos buscando el mejorar nuestra zona sea de confort o de desconfort y evitar por pereza, conformismo; el miedo y la inseguridad que puede llegar a ser nuestra zona de  convivencia  en una vida centrada en el Kaos.

Si analizas tu vida y tu zona de confort, eres capaz de ver que muchos de los elementos que la componen los has elegido tú mismo, circunstancia que lleva a pensar que son errores de elección o bien a temas de contexto. 

Al final llegas a la conclusión de que la zona de confort es un estado de las personas, puesto que somos las personas las que vivimos en un sistema y una coyuntura, cada una la suya y que el problema se genera cuando la zona de confort no se adapta al contexto.

Te digan lo que te digan, lo mejor es hacer aquello que te gusta, que te haga sentirte cómodo y que,... además, suceda en el contexto adecuado, lo demás,.. modas y modismos.

                                              Ferrán Aparicio
                                      30 de septiembre de 2018

martes, 25 de septiembre de 2018

idealist@s: MIS ERRORES FAVORITOS

idealist@s: MIS ERRORES FAVORITOS: Hace muchos años  que decidí abandonar la adicción a la televisión cuando empecé a estudiar, bien porque en aquella época, el poco tiempo q...

MIS ERRORES FAVORITOS

Hace muchos años  que decidí abandonar la adicción a la televisión cuando empecé a estudiar, bien porque en aquella época, el poco tiempo que me quedaba después de unas densas clases, lo invertía en organizar el tiempo de estudio o diversión, bien porque necesitaba moverme en un espacio fuera de la escuela universitaria o  bien por simplemente organizar mi propia casa.

Con el tiempo y una vez obtenida la correspondiente licenciatura, empecé a hacer a aquello que me apetecía y realmente me gustaba, un poco como rebelión al tiempo que había invertido de una forma obsesiva a mi formación y con ganas de liberar mi mente, ante un espacio en blanco a través de la pintura, la fotografía y la escultura.

Lo  más chocante de este espacio de relajación es que como siempre la mente, va simultaneando la expresión y la meditación y en especial  se deriva a un análisis de mis errores favoritos así como las consecuentes lecciones que cada día presuntamente vas aprehendiendo, auto convencido, que muchas veces  todo lo que has descubierto, es  a base de golpes y esfuerzos tontos.

En general al hablar de errores, hablamos de una forma peyorativa de equivocaciones, admitiendo que es propio de seres humano el equivocarse, pero aprehendiendo con el tiempo  que los errores suelen ser irreversibles, porque por lo general uno no tropieza  dos veces en la misma piedra, salvo error, despiste o excepción.

También es cierto como dice el dicho que lo que no mata,…, engorda y a colación también podemos afirmar que lo que no te mata, te hace más fuerte y cada día que pasa eres más sabio o acumulas mayor experiencia. Sin embargo ese aspecto negativo del error como concepto es un error en sí mismo, y valga la redundancia semántica,  en el sentido de cada error te facilita seguir avanzando más rápido en la siguiente ocasión.

Al mismo tiempo la presunción de hecho o las pre-suposiciones de derecho son las circunstancias que más errores me han hecho cometer y consecuentemente aceptar. 

Cuando te sientas a dibujar, pintar o modelar, o retocar una fotografía, es muy fácil olvidarse del mundo real y dejarse llevar por la filosofía o los pájaros y flores, pero también es muy fácil que tu propio subconsciente aproveche para manifestarse con pequeños detalles que manifiestan los errores que has podido cometer.

Hay y habrá excelentes momentos  y circunstancias propias y ajenas a lo largo de tu vida, que generaran  muchas experiencias y situaciones y por supuesto tropiezos con  personas que encontrarás en el camino, incluso enmarcadas en distintas etapas,  pero otro de los errores que no tenemos asumidos es que los nombres, términos y denominaciones, tienen fecha de caducidad. 

Precisamente por eso es mejor asociar tu pensamiento a un valor que a un término más o menos de moda o a una persona que cambiado de situación, cambie directamente con tu relación.

Al final sólo se trata de ser capaz de tener una serie de ideas claras y sencillas  y sobre todo aprehender conscientemente de los errores como medio de ir cerrando círculos o ciclos.
                                                                  
                                                                   Ferrán Aparicio
                                                             25 de Septiembre de 2018

viernes, 21 de septiembre de 2018

idealist@s: ALEGRIA VITAL

idealist@s: ALEGRIA VITAL: Ya llega el Otoño de nuevo , los ciclos son siempre como círculos en los que de una forma  dinámica nos lleva al mismo punto pero el tie...

ALEGRIA VITAL


Ya llega el Otoño de nuevo , los ciclos son siempre como círculos en los que de una forma  dinámica nos lleva al mismo punto pero el tiempo como elemento arrollador lo va  sobrepasando todo y lo único que queda son las experiencias y en cualquier caso la expectativa de la alegría del vivir, sin más.

Todos en general reconocemos que el destino del hombre es la felicidad y que la pócima mágica de la salud, dinero y amor; es  a veces  insuficiente, pues erramos en no reconocer que el verdadero goce de vivir es para quienes saben ver y apreciar las cosas desinteresadamente, llegando finalmente al sentir como virtud más adecuada para realmente vivir.

Pero como todo en la vida, el calidoscopio de cada uno le hace sentir la felicidad de una forma y es claro que depende del funcionamiento de su celebro y de las causas que están detrás del sentimiento de plenitud y felicidad.

La capacidad humana en todas sus facetas, le permite a acceder a miles de posibilidades desde una introspección personal que fomente la felicidad y sobre todo la serenidad, evitando todo aquello que nos provoca ansiedad, miedos y en cualquier caso desesperanza.

Esta claro que todos conocemos gente que arrolla alegría, valora su tiempo y aman aquello de lo bello que es vivir, porque  aunque hay muchas formas de vivir la vida, también está aquella que  sea cual sea busque disfrutar de cada momento, nuestro momento, incluso los penosos como contradictorios a los alegres, a efectos de valorar lo que teníamos y ya no tenemos, sea lo que fuere.

En cualquier caso, la vida es muy breve y pasa muy rápido, eso lo sabemos todos; pero a grandes problemas grandes soluciones, la actitud positiva prima pues hay demasiadas razones para ser feliz.

Entre los decálogos de libros de cómo alcanzar la felicidad, es cierto que no existe una fórmula única, pues al fin y al cabo es algo personal incluso a veces terapéutico, pero me llama la atención de parámetros que se reiteran en cuanto a posicionamiento y contenido que generan la infelicidad como son: no vivir el momento, vivir en una rutina constante personal y circunstancial, la actitud irónica ante la vida y lo que nos rodea y la falta de perdón  tanto personal como hacia los demás.

En general y sin ponernos trágicos, no se trata de analizar nuestro pasado, sino esporádicamente no darle tanta importancia a cada etapa vivida, pues al final han sido etapas  y ahora estamos aquí y ahora.

Sólo llegaremos a buen puerto si somos capaces de comprender que la felicidad es un trayecto  y la experiencia un grado y sólo nos queda la alegría de vivir como modo de aceptar y ser conscientes de nuestros pensamientos, sentimientos y sensaciones tal y como ocurren como muestra que delata nuestro estado vital.

                                                                 Ferran Aparicio
                                                           20 de Septiembre de 2018


lunes, 17 de septiembre de 2018

idealist@s: MAS ES MENOS

idealist@s: MAS ES MENOS: Mucho me esta resonando últimamente esta expresión, más es menos, y después de analizarlo un poco más detenidamente es por la resonanci...

domingo, 16 de septiembre de 2018

MAS ES MENOS



Mucho me esta resonando últimamente esta expresión, más es menos, y después de analizarlo un poco más detenidamente es por la resonancia que está teniendo el libro de Barry Schwartz, como título de su teoría.


Es cierto que intuitivamente y por nuestra contemporaneidad hemos crecido en el espíritu de que más es más  y mucho más, es decir siempre queremos más de todo, sin embargo llega un momento en la vida de todas las personas, que bien por acción bien por omisión, hay que seleccionar y delimitar cada uno de los aspectos que componen nuestra vida.


Es cierto que depende de lo que estemos hablando; un mayor número de opciones nos dan una mayor posibilidad de elección, sin embargo hay decisiones cotidianas que nos abruman por su complejidad y ante el desconocimiento de sus consecuencias, vamos 

Todo en la vida en su justa medida resulta  la respuesta al equilibrio y en este sentido el exceso de oferta puede hacer plantearnos decisiones  antes de tomarlas y en caso contrario, todo lo contrario, es decir sin opciones no hay resolución, lo que a corto plazo nos puede resultar frustrante en cuanto a no poder ver con clarividencia y seguridad que es por lo que estamos apostando o en su caso decidiendo.


En general la toma de consciencia de cuáles son las herramientas tanto materiales, como intelectuales, incluso espirituales, quizás sea la respuesta, a no considerar la cantidad de material, sino a la escala de valor que tiene cada uno de los elementos en nuestra vida, cuál es su vida útil y cuál es el fin a que se le destina, por decir un algo.


Hoy en día no hay excusa para bloquearnos en una toma de decisiones, pues disponemos de muchas más herramientas para poder afrontar las respuestas, sin embargo la envolvente de una cultura tan amplia, donde las posibilidades de elegir son tan ilimitadas, resulta un exceso de opciones que nos puede abrumar a la hora de tomar una decisión.


En definitiva y como contenido básico de este escrito, simplemente una reflexión que como decía Schwartz, nuestra elección general y puntual para cada problema marca el sello distintivo de la libertad individual y la autodeterminación que  tanto celebramos, sin menos cabo que muchas veces se vuelva en contra por no asimilar que hemos errado en nuestra elección.


Les animo a replantearse, si  más es menos o si realmente menos es más, todo depende de la escaleta que ustedes hayan previsualizado para su vida, pero lo que tengo mucho más claro es que no vale la pena tener más para ser menos, ni vivir obsesionado con tener más y más, pues al final de todo  lo único que vale es de haber disfrutado de esas pequeñas cosas de cada día, que no son ni más ni menos , sino del sabor con que vivimos nuestro presente, nuestro  presente sin más.


                                                           Ferrán Aparicio

                                                    15 de Septiembre de 2018





lunes, 10 de septiembre de 2018

idealist@s: LOS BOTONES DE MI MADRE

idealist@s: LOS BOTONES DE MI MADRE: Hace tiempo leí un artículo firmado por Mónica Lalanda, médico de urgencias en algún l...

LOS BOTONES DE MI MADRE


Hace tiempo leí un artículo firmado por Mónica Lalanda, médico de urgencias en algún lugar de España, cuyo titulo era los botones de mi madre, que me llamó francamente la atención.

Hoy estoy de guardia con mi madre, que con ochenta y un años, tiene una movilidad reducida y se lo dedico con gran cariño, pues me identifico esencialmente con la idea fundamental que transmitía.

Mónica Lalanda se define en su biografía  como idealista y sobre todo inconformista y transmite que casi todo se puede hacer mejor y para eso hay que echarle arrojo, valentía, fuerza, ilusión, imaginación y esfuerzo , principios y valores, con los que me he convivido todos los años de mi vida y que de momento no pienso abandonar per sé.

Reflexionaba en su artículo, por la vivencia que había tenido y que todos hemos vivido en mayor o menor  implicación que deshacer la casa de tus padres, tus abuelos, o cualquier familiar cercano en la escala de proximidad sanguinea,  es el siguiente escalón a enterrarlos, un duro trago que se hace con una mezcla de ternura, emoción y tristeza infinita.

Supone de alguna manera y ante la ausencia de esa persona querida,  rescatar recuerdos, encontrar pequeños tesoros que no recordabas o que ni siquiera sabías que existían, lo mismo que nos pasa en nuestra casa cuando sacamos un armario o abrimos una cómoda, sin hacer mención a ese trastero en el que olvidamos aquello que no utilizamos pero ha sido parte de nuestra vida y por ello lo guardamos.

Cuando hablamos de los nuestro, hablamos de recuerdos, situaciones y etapas pasadas que nos vuelven a la memoria y recordamos fielmente como si hubieran acontecido ayer mismo, pero cuando hablamos de los demás nos acordamos de las virtudes, trabajos y esfuerzos que dejaron en una caja, una colección de botones que  en antaño se reciclaban para nuevos modelos o simplemente para reponer alguno que con el cambio de botones parecía una nueva creación.

En todo este proceso de recordar la caja de botones de nuestras abuelas o de nuestra propia madre reconoces, personas excepcionales que victimas de una posguerra , de una situación económica mejor o peor , pero en cualquier  caso dificultosa, fueron capaces de desarrollarse sabiendo o sin saber , pero con un gran sentido común a la vez que práctico y pragmático,  como excelentes economistas que eran capaces de ahorrar, de dirigir familias numerosas, fantásticas cocineras, cuidadoras dedicadas, maestras de vida,..,madres, esposas, hijas y mujeres de gran envergadura.

Vivimos en una sociedad siempre con prisas, descentrada, incapaz de parar a realizar tareas sencillas o poco llamativas, hemos dejado de encontrar placer en la simplicidad de las cosas, vivimos con un pie en la virtualidad de las redes sociales, pero lo que nadie nos podrá quitar son los recuerdos y la admiración y  agradecimiento a esas personas que nos labraron como personas y personajes que somos, como siempre, sin más, pero con gran recuerdo y emoción  añadida.

                                                           Ferrán Aparicio
                                                 10 de Septiembre de 2018


jueves, 6 de septiembre de 2018

idealist@s: VERSUS

idealist@s: VERSUS: Me viene a la cabeza   la palabra   “versus” como   cualquier idea espontánea o soniquete, que de una manera inconsciente aparece de for...

miércoles, 5 de septiembre de 2018

VERSUS


Me viene a la cabeza  la palabra  “versus” como  cualquier idea espontánea o soniquete, que de una manera inconsciente aparece de forma aislada y no me la puedo llevar durante una largo tiempo, el caso es que ni la he oído últimamente, ni he leído nada acerca de ella.

Por aquello de que todo llega en su justo momento, empiezo la investigación, aunque intuitivamente ya sabía lo que ratifique buscando en el diccionario de la RAE.

La palabra “versus” es un participio latino que significa “orientado hacia”, “frente a” o “en “dirección a” y que ha entrado en el español a través del inglés con el uso que se le da en ese idioma desde el siglo XV: mostrar contraste o enfrentamiento entre dos personas, entidades, conceptos o cosas.

Sin embargo y dentro de lo escueto que caracteriza  a las definiciones del diccionario de la Real Academia Española, simplemente lo reduce a: “frente a” o “contra”.

La palabra versus al ser pronunciada adquiere como toda palabra sonora una innegable existencia, lo cual no implica la coexistencia física o etérea de su significado.

Las circunstancias que acompañan también acaban dotando de un significado más amplio a este tipo de palabras, incluso en algunos casos con  mayor o menor fuerza, pues no siendo  una palabra muy usada  en el lenguaje coloquial, inspira algo de desconfianza, tanto al leerla como al oírla.

Pero yendo un poco mas allá, cuando aparece en forma abreviada como “vs”, especialmente en el lenguaje jurídico donde se acostumbra a traducir versus por el contrario, es realmente reconocible por todo el mundo que tienen contacto con este mundo académico, pero me planteo, por que fuera de este contexto es preferible recurrir a los otros giros, ya que "contra" o “frente a” no  siempre refleja con exactitud el significado de "versus".

Palabras como “versus”, nos evidencian  que siendo personas  racionales estamos llenos de errores de percepción, de interpretación, incluso de análisis. Me encantan las palabras donde se señalan las limitaciones de nuestro cerebro y los múltiples sesgos que tenemos a la hora de interpretar la realidad. Casi todos comparten la idea de que la consciencia de nuestras limitaciones nos permitirá reducirlas. Pero en ese punto los autores se diversifican en dos grandes grupos; unos piensan que la reducción de los sesgos nos llevará a un mayor bienestar porque la racionalidad es un valor en si mismo y otros sin embargo, consideran que la consciencia de los sesgos es muy útil pero no llegan a propugnar su eliminación total como camino hacia la felicidad, la plenitud o el bienestar.

Lo que esta claro es que el bienestar puede pasar en ocasiones por el autoengaño y el sentido común es siempre la mejor brújula para el bienestar y por tanto nuestra libertad de decisión estará condicionada, en expresarnos de la forma  que consideremos más cómoda.

                                                          Ferran Aparicio
                                                      5 de Septiembre de 2018


lunes, 3 de septiembre de 2018

idealist@s: SUDOKU

idealist@s: SUDOKU: EL SUDOKU DE LA VIDA Recuerdo con gran nostalgia un artículo que leí, escrito por Fernando Pascual en el que se decía que la vida se p...

SUDOKU


EL SUDOKU DE LA VIDA

Recuerdo con gran nostalgia un artículo que leí, escrito por Fernando Pascual en el que se decía que la vida se parece en gran parte al juego de pasatiempos llamado “Sudoku”.

La comparación me hizo pensar como parece fácil tener que rellenar 9 grupos de 9 casillas, que en vertical y en horizontal se van desarrollando sin que se repita ningún número ni en filas ni en columnas. Sin embargo si pensamos hacia atrás nos damos cuenta como en la vida repetimos números erróneos continuamente ya que  nuestro estímulo pregunta-respuesta, acción-reacción, y tantos otros antónimos nos hacen redireccionar a la hora de solucionar los distintos problemas y se descubren  dificultades no contempladas y sin querer repetimos el mismo numero en la misma fila y más de una vez hay que tachar casillas para encontrar la solución de poder encuadrar un número perfecto, lo que nos hace en cualquier caso volver a empezar casi de cero sin más solución.

El artículo resaltaba la trascendencia del nacimiento en un ámbito cultural, que determinaba de alguna manera la paradoja de tener algunas casilla rellenas, impuestas e incluso desde teorías más avanzadas, la determinación de una tipología  de padres, hermanos, una villa, una ciudad, un año , una década, un idioma,.., en definitiva una cultura y educación propia, determinaban una solución distinta a este juego, pero coincidía  comúnmente que en el centro del crucigrama siempre existían un montón de casillas vacías donde supuestamente dispondríamos de libertad para poder rellenarlas una vez habíamos  transcendido los conceptos y valores de esa supuesta cultura adquirida y que podríamos transpolar  a una identidad cultural propia que nos hace que nuestro Sudoku sea nuestro, único y exclusivo.

Y dando un paso en la reflexión , el problema de este particular Sudoku, se planteaba en el hecho de que no existe una vuelta al pasado y una vez rellenada la casilla elegida por el número o concepto o simplemente por el valor elegido consciente o inconscientemente, voluntaria o automáticamente, no podremos borrarlo asimilando el dato equivocado, quedando enmarcada la proyección del presente al futuro creando una sensación de angustia y cierto miedo, en cuanto una vez cometida una equivocación, no  podemos volver a rellenar en ocasiones una casilla vacía para llegar a la siguiente sin repetir el mismo dato ni en la fila ni en la columna.

Sin embargo y normalmente es un proceso común el que  las casillas se van rellenando y no podemos parar el proceso, como no se puede parar el tiempo y la existencia y si se para; se acabó el juego, por lo que el planteamiento  ante una casilla vacía es como pensar la identidad de esta casilla sin referentes al futuro y sin posibilidad de encontrar las tradiciones del lugar desde donde proyectarse o como hacerlo si la voluntad parece aletargada, cuando no lastimada, ante una decisión precipitada, lo que lo convierte en un acto consciente.

Os invito a entrar en el juego , simplemente planteándoos nueve valores , conceptos o elementos o una mezcla  de ellos y que intentéis cuadricularlos por etapas y en función de vuestra experiencia, vuestra propia identidad reflexiva y consciente , para cuadrar el Sudoku de la vida , aunque sólo sea por un reto personal.

                                                               Ferran Aparicio
                                                           1 de Septiembre de 2018