Todos
tenemos claro cuál es el significado de
la experiencia, el problema surge cuando hacemos un análisis exhaustivo de si aprovechamos
toda nuestra experiencia o la tratamos
de una forma relativa según nos interesa.
Si buscamos el significado de
experiencia, encontraremos definiciones que van desde su raíz etimológica del latín,
derivando de experiri, “comprobar”, a
actos derivados de la observación, de la participación y de la vivencia de las
cosas y actos que nos suceden en la vida, como nos recuerda la Wikipedia.
Pero lo que coinciden todos
los movimientos y filosofías, es que la experiencia es una acumulación de conocimientos
y actos que acumulamos , día a día y en el tiempo.
Como humanos que somos no sólo
acumulamos las experiencias personales si no tendemos a acumular las ajenas de
una forma ficticia, en cuanto las tenemos en cuenta como actos de opinión y
vivencia, sin embargo cuando nos planteamos en que consiste en tener
experiencia debemos de separar lo vivido, de lo oído y compartido, en cuanto que
no es lo mismo cumplir cuarenta años que acumular y repetir cuarenta años en
nuestra vida.
La experiencia nos ayuda a ser
distintos en cada momento evolutivamente, no somos iguales que ayer ni lo seremos mañana, es como un sentimiento en el que
vamos acumulando vida diariamente, la diferencia que nos diferencia es el
estado de consciencia que tenemos los humanos en nuestra conexión con la
esencia de lo más íntimo de nosotros, que es lo que hace la experiencia relativa.
La relatividad viene impuesta por
la importancia que le damos cada uno a los objetivos y a sus resultados, si lo
que buscamos son resultados perdemos la conexión con nosotros mismos con lo que
la consciencia de la experiencia nos hace perder la conexión con lo más íntimo
de nosotros mismos.
La relatividad como concepto abstracto
sólo es subsanable haciéndonos responsables de la vida que vivimos y acumulando
vida comprometidos con la acción en lugar de
de con discursos teóricos que no conducen a nada.
Cuando hablamos de la
experiencia compartida, esa que no hemos vivido pero alguien nos la ha contado,
no sólo estamos hablando de aquello que hemos acumulado por ejecución sino de
aquello que hemos reflexionado porque alguien lo ha compartido con nosotros, de
ahí la importancia de aquello que compartir es vivir, por que vivir es una gran
experiencia compartida.
Aunque no todo el mundo está
dispuesto en compartir, la generosidad nos permite intercambiar los papeles pues
el generoso es quien también sabe recibir reconociendo nuestra incapacidad para
vivirlo todo.
Acumular años desde la
consciencia que existe un intercambio en la experiencia de nuestras vidas es
una forma de aceptar la experiencia relativa de cumplir años enriqueciendo tu
propia vida, que no es más distinto que aquello de decir: cueces o enriqueces.
Ferrán Aparicio
15 de Junio de 2015
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